Cuba extrema la vigilancia, protección y control de su población pediátrica en el contexto de la pandemia de Covid-19, afirmaron especialistas del Ministerio de Salud Pública.
La doctora Liset del Rosario López, jefa del grupo de Pediatría de esa cartera, explicó en el programa radiotelevisivo Mesa Redonda que en el país la población pediátrica está conformada por dos millones 400 mil niños y adolescentes hasta los 18 años de edad, de ahí la prioridad que las autoridades gubernamentales y sanitarios le prestan.
Resaltó que hasta la fecha en el país han enfermado con la Covid-19, 124 pacientes menores de 18 años, los que representan el 11 por ciento de los contagiados, ninguno de los cuales se corresponden con los grupos más vulnerables con patologías que predisponen más a esta afección, como diabetes o enfermedades neuromusculares o los ventilados a domicilio.
Eso demuestra la fortaleza de la atención primaria de salud con una vigilancia intencionada hacia la prevención, por lo que incitamos a la disciplina social y el autocuidado de los adolescentes, señaló la especialista en Pediatría.
En ese sentido, señaló la importancia de cuidarlos junto con los niños por ser una población afectada socialmente por la suspensión de las actividades escolares, perdida de algún familiar o vivir con personas vulnerables, acotó.
La experta recordó que aunque en los inicios de la enfermedad no se consideraba a este grupo poblacional de riesgo, pueden constituir un peligro para sus familiares, al transmitir el virus, en lo que desempeña un papel fundamental la familia de manera consciente para cortar la cadena de trasmisión epidemiológica.
En su intervención, López destacó que si bien la letalidad de esta enfermedad referida a la población pediátrica no rebasa el 0,1 por ciento, para las familias ese indicador debe representar el ciento por ciento de su probabilidad, y debe evitar por todos los medios ponerle nombre porque realmente sería muy triste.
Al referirse a las manifestaciones clínicas explicó que son variadas y resaltó lo importante del distanciamiento social ya que más del 70 por ciento de los casos detectados fueron asintomáticos, diagnosticados por las pesquisas y la labor de la atención primaria de salud en la comunidad, los pediatras en los hospitales y en los servicios de cuidados intensivos.
Se trata de un vínculo que ha permitido elevar la percepción de riesgo y la trascendencia de que un pediatra pueda descartar la Covid-19 ante cualquier escenario, y dar la atención y aplicar la diferenciación adecuada para cada caso.
Si bien es cierto que el por ciento de gravedad es ínfimo, en la estrategia de atención a los pacientes pediátricos se han insertado a intensivistas junto con los pediatras, lo que ha dado resultados positivo sin que ningún paciente pasara a esa fase.
Tríada de fármacos encabeza tratamiento contra la Covid-19
El protocolo de Cuba para la atención a los enfermos con la Covid-19 inicia con el uso de tres medicamentos: el antirretroviral Kaletra, el interferon alfa-2b y la cloroquina como inmunomodulador, destacó hoy un experto.
Esta tríada de fármacos, de los cuatro utilizados en el mundo para tratar la enfermedad, son aplicados en una primera etapa del tratamiento y si los pacientes progresan hacia la gravedad se incluyen otros de tipo antibacteriano y esteroides, dijo en la televisión nacional el experto en Medicina Interna, Daniel González.
Con este actuar hemos logrado revertir el estado de un paciente de crítico a grave y luego recuperado, así como evitar el agravamiento de otros con alto riesgo por ser asmáticos, diabéticos, hipertensos, o padecer de algún tipo de cáncer, señaló.
González, especialista del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, subrayó los tres principios que se tienen en cuenta a la hora de atender a una persona confirmada con la Covid-19: ‘identificar la severidad y adelantarse a ella, el abordaje correcto de las comorbilidades del paciente y por último el tratamiento colegiado entre varios especialistas’.
El especialista apuntó que el 80 por ciento de quienes se enferman se curan en la primera etapa que se caracteriza por tos, dolor faríngeo, fiebre e infección respiratoria y solo el 20 restante desarrollan manifestaciones de gravedad como la neumonía bilateral.
Comentó que médicos, tecnólogos y estudiantes de otras instituciones se han sumado como refuerzo al personal sanitario de los centros destinados a tratar y aislar a los enfermos y sospechosos.
Trabajamos con ‘tripulaciones’ que no son más que equipos de especialistas que durante 14 días atienden a los ingresados y luego pasan igual periodo de tiempo en aislamiento para descartar un posible contagio, informó. Pero aún con tal ritmo de labor y la lejanía de la familia la mayoría pide mantenerse activa por más tiempo, eso evidencia la entrega de los cubanos a este batalla contra el nuevo virus, argumentó.
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