Cuba potenciará el cultivo del frijol caupí

Incrementar la siembra de frijol caupí, más conocido en Cuba por carita, constituye una de las estrategias de la agricultura para paliar las afectaciones ocasionadas al frijol por la plaga del Thrip.

Existen numerosas variedades, todas de buen sabor y valor nutricional pero más pequeñas que el frijol corriente –apenas llegan al centímetro- y se distingue por su color blanco o amarillento con una careta o mancha negra en uno de sus laterales.

Se caracterizan por su gran resistencia al ataque de plagas y enfermedades, adaptación a las elevadas temperaturas, suelos pobres y bajo requerimiento de humedad, por lo que se convierte en un cultivo apropiado para las condiciones del verano.

Atendiendo a esa realidad, en la oriental provincia de Las Tunas han sembrado 130 hectáreas de frijol caupí con el objetivo de producir semillas para enviarlas al resto del país.

Luis Oro Torres, subdelegado de la Agricultura en el territorio que atiende Cultivos Varios, explicó que en su totalidad, estas áreas de semillas se encuentran en zonas bajo riego para asegurar la germinación, y se han garantizado los fertilizantes, herbicidas e insecticidas necesarios para proteger su rendimiento.

Está previsto también sembrar dos mil 500 hectáreas de caupi destinadas a la producción para el consumo, cuyo grueso se localizan en los municipios de Puerto Padre, Manatí y Menéndez.

Gracias a las contribuciones recibidas, a través de los proyectos Más Alimentos, Prodecor y del Programa Mundial de Alimentos, es posible proteger mil 500 hectáreas con recursos adicionales.

Oro confirmó que la campaña se realizará desde este mes de marzo hasta agosto venidero, pues al ser un grano netamente de primavera, el caupí es mucho más resistente a la plaga, razón por la cual se apuesta por esta variedad. Las provincias de Las Tunas y Holguín son las mayores productoras de caupí, tanto para semillas como para el consumo, en medio de una compleja situación propiciada por la plaga, que dañó más de 13 mil hectáreas de frijol en todo el país, e implicó la demolición sin cosechar de alrededor de siete mil 700.