Cuba investiga las implicaciones de la genética y su incidencia en los síntomas más severos de la COVID-19, tomando como referencia a pacientes que padecieron la enfermedad y ya se encuentran de alta epidemiológica.
El proyecto investigativo contempla estudios clínico-epidemiológicos, de laboratorio, básicamente hematológicos, inmunológicos y del ADN, explicó al diario Granma Beatriz Marcheco, directora del Centro Nacional de Genética Médica.
La investigación, que se encuentra en fase inicial de desarrollo, comenzó en su etapa clínica el 2 y 3 de junio, en la provincia de Pinar del Río, y le siguieron los territorios de Cienfuegos y Las Tunas, así como el municipio de La Lisa, en La Habana.
Se busca conocer el grupo sanguíneo y factor de cada individuo y estudiar las subpoblaciones de linfocitos que participan en la respuesta inmune, utilizando la citometría de flujo y ensayos Elisa, dijo la especialista de Segundo Grado en Genética Clínica.
Marcheco señaló que el estudio ayudará a incrementar el conocimiento sobre la enfermedad, y caracterizar todos los factores relacionados con su incidencia, letalidad y abordaje clínico y terapéutico.
Visto desde el plano individual, al identificar si un individuo es más vulnerable a padecer formas clínicas sintomáticas o graves, se pueden trazar estrategias para prevenir esa severidad con intervenciones terapéuticas más tempranas, agregó.
Según Marcheco, se acometen además investigaciones genético-moleculares para identificar las variantes genéticas presentes en los individuos y valorar en qué medida influyeron en el comportamiento clínico que tuvo la dolencia en cada paciente.
De manera adicional se incluye a un familiar de primer grado (madre, padre, hijo o hija, hermano o hermana) que convive con el positivo y estuvo expuesto a padecer la COVID-19 y, sin embargo, no presentó síntomas ni fue positivo por SARS-CoV-2.
Precisó que tras obtener el consentimiento del individuo, se entrevista clínicamente para conocer hábitos y estilos de vida, antecedentes de salud, personal y familiar, e información propia de la COVID-19, para confeccionar un árbol genealógico.
Se toma una muestra de sangre y se envía a los laboratorios del Centro Nacional de Genética Médica para identificar si la persona posee anticuerpos específicos contra el SARS-CoV-2, estudio en el que también participa el Centro de Inmunoensayo, puntualizó.
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