La colocación de una ofrenda floral a nombre del pueblo de Cuba ante la roca donde reposan los restos del Comandante en Jefe Fidel Castro en la necrópolis Santa Ifigenia, de esta ciudad, inició el tributo hoy de los santiagueros al líder histórico de la Revolución, en el cuarto aniversario de su desaparición física.
Encabezaron el homenaje Lázaro Expósito y Beatriz Johnson, primer secretario del Partido Comunista de Cuba y gobernadora del territorio, respectivamente, y otros dirigentes de organizaciones políticas, sociales y de masas.
Para el ingeniero Leonardo Fernández, el ejemplo y el pensamiento de Fidel perduran en el actuar cotidiano de la mayoría de los cubanos, que defienden los principios de humanismo y solidaridad ratificados por los profesionales de la salud durante este año en el enfrentamiento a la COVID-19 dentro y fuera del archipiélago.
En un contexto signado por las intenciones de desestabilizar la Revolución desde adentro, con el financiamiento y apoyo del gobierno de Estados Unidos, Fernández aseguró a la Agencia Cubana de Noticias que los jóvenes no defraudarán la obra de Fidel, la cual le permitió formarse como profesional en las aulas de la Universidad de Oriente, sin costo alguno, y disfrutar de una vida digna, imposible en los tiempos de neocolonia.
Hasta el cementerio patrimonial llegaron Karenia Verdecia y Amaury Cuenca, representantes de uno de los sectores de la población más beneficiados a partir del triunfo del primero de enero de 1959: los campesinos.
Según los holguineros, a Fidel Castro debe rendírsele honores todos los días, por la inmensidad de su legado en pos de mejorar la vida de todas las personas, en particular de quienes trabajaban en los campos cubanos, de ahí que una de las primeras medidas del Gobierno revolucionario desembocara en una reforma agraria para devolver la tierra a sus verdaderos dueños.
Para ellos resulta muy importante ser consecuentes con el Comandante en Jefe, por eso se enfrascan diariamente en la producción de alimentos, una de las más urgentes necesidades del estado y gobierno cubanos, en aras de lograr soberanía alimentaria para el pueblo.
La jornada también contó con una pincelada cultural protagonizada por el declamador Dayron Chang y su «Reflexión ante la muerte», del autor Santiago Carnago, y la Banda de Música del Estado Mayor del Ejército Oriental.
A cuatro años del depósito de sus cenizas en el monolito de Santa Ifigenia, Santiago de Cuba rindió tributo a uno de sus hijos más ilustres y queridos: Fidel Castro.
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