Bajo el título ¿Existe el síndrome de La Habana? continúa este 3 de marzo en La Habana un foro científico internacional sobre los alegados incidentes de salud reportados por diplomáticos de Estados Unidos desde 2019.
El evento es organizado por la Academia de Ciencias de Cuba en coordinación con el Centro de Neurociencias de Cuba (Cneuro), y debate las múltiples aristas de investigación sobre el tema, utilizado por Estados Unidos para recrudecer su hostilidad hacia la isla.
El encuentro tiene transmisión directa por el canal de Youtube del Ministerio de Salud Pública de Cuba y el objetivo es «llegar a la verdad con una discusión científica franca», dijo el doctor en Ciencias Mitchell Valdés-Sosa, director del Cneuro.
Valdés-Sosa destacó las diferentes opiniones expuestas en el foro y el carácter crítico y respetuoso con que se están debatiendo las evidencias científicas «para llegar a las mejores conclusiones», según publicó el diario Juventud Rebelde.
El rotativo subraya que ese no fue el espíritu que prevaleció desde que se dieron a conocer las afectaciones a los diplomáticos, pues Washington utilizó el tema con propósitos políticos para acusar a Cuba como agresora, sin prueba alguna ni de los hechos, sus circunstancias y menos aún de la participación cubana.
Al mismo tiempo, el gobierno de Donald Trump impidió de manera constante que la comunidad especializada de ambos países discutan los temas sobre bases científicas, porque no le interesa ni conviene a sus intereses políticos conocer ese punto de vista sobre lo realmente sucedido, añade el diario.
Hasta el momento los principales científicos estadounidenses involucrados en la investigación actúan sin independencia y están subordinados a las indicaciones del Departamento de Estado y ninguno de los que investigan oficialmente el tema asiste al evento cubano que concluye este martes.
En el foro participan especialistas de Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, ReinoUnido y de Cuba.
Las evidencias científicas presentadas en la primera jornada desestiman claramente las teorías esgrimidas por el Departamento de Estado como justificación para el retroceso en las relaciones bilaterales con Cuba.
En el foro queda desacreditada la teoría primaria de los «ataques sónicos» contra diplomáticos del país norteño en esta capital. Desde entonces la prensa internacional comenzó a llamarle «el síndrome de La Habana».
Sin embargo, la búsqueda de lo sucedido ha sido obstaculizada por Washington que nunca permitió el acceso directo a los pacientes. Los especialistas cubanos, independientes de Estados Unidos y de otros países solo tienen los estudios realizados por las universidades de Pensilvania y Miami.
En septiembre de 2019, un estudio encabezado por el doctor Alon Friedman, del Departamento de Neurociencias y Pediatría Médica de la Universidad de Dalhousie, Canadá, alegó que «agentes neurotóxicos usados en la fumigación con pesticidas» pudieron ser la causa de los problemas de salud que reportaron diplomáticos canadienses mientras estaban acreditados en Cuba.
Durante un encuentro celebrado el pasado mes de julio, en La Habana, los investigadores canadienses compartieron su tesis, de forma preliminar, con las autoridades cubanas y el comité de expertos que estudia las alegaciones estadounidenses, consigna Juventud Rebelde.
De manera preliminar, los especialistas cubanos consideraron que la hipótesis presentada por el equipo canadiense es un intento serio para explicar los síntomas reportados mediante la investigación científica, aunque era «prematuro llegar a conclusiones».
Así comentó entonces el director general del Cneuro, el mayor centro de Cuba dedicado a las investigaciones del cerebro y a la fabricación de neurotecnología para proteger el capital mental de la nación.
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