Intervención del Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, en la Reunión Extraordinaria Virtual de Cancilleres de la Conferencia Iberoamericana, el 30 de noviembre de 2020.
Excelentísima Señora Maria Ubach Font.
Excelentísima Señora Rebeca Grynspan.
Excelentísimos Señores Cancilleres y Jefes de Delegaciones.
Nuestras profundas condolencias a todos los países que sufrieron víctimas y daños por los huracanes Eta e Iota.
Estimados colegas.
Reciban un cordial saludo desde La Habana.
Agradezco a la Secretaría Pro Témpore de Andorra por la celebración exitosa de esta reunión y la certera conducción de las actividades de la Conferencia, incluso en las circunstancias excepcionales impuestas por la Covid-19. Le reiteramos nuestro apoyo. Reconocemos también la labor de la Secretaría General Iberoamericana en estos esfuerzos.
La pandemia ha cobrado más de un millón de vidas. Según datos conservadores, este año se sumirán en la pobreza entre 88 y 115 millones de personas. Se impone cambiar los paradigmas de desarrollo que priorizan los intereses del mercado. Se confirma el papel central del Estado en la aplicación de estrategias nacionales que fortalezcan los sistemas de salud y protección social.
Denuncia Canciller @BrunoRguezP la agresividad de Estados Unidos contra #Cuba??, intensificada en los últimos años con la guerra económica despiadada del bloqueo, y que se vuelca ahora a intentos groseros y peligrosos de promover la inestabilidad social y política. pic.twitter.com/4Mo2I6Eury
— Cancillería de Cuba (@CubaMINREX) November 30, 2020
Los países en desarrollo, a causa del injusto orden internacional y la impagable deuda externa, sufren las peores consecuencias de la enfermedad, lo que amenaza la consecución de la Agenda 2030.
Para avanzar hacia el desarrollo sostenible, se precisa potenciar la innovación y la conexión entre la academia, la ciencia y los decisores; así como facilitar el acceso a fuentes de financiamiento y la transferencia de tecnología desde los países desarrollados. Una cooperación iberoamericana inclusiva debiera contribuir a estos propósitos.
Reitero nuestra solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela y su legítimo Presidente Nicolás Maduro Moros.
La decisión de Cuba de construir una nación soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible demanda innovación e investigación científica, y de ahí su lugar protagónico en el Plan Nacional de Desarrollo hasta 2030.
El presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez ha llamado a asumir la innovación como proceso social que fortalezca los vínculos entre la actividad del Gobierno y los sectores del conocimiento, la producción y los servicios.
En enero de 1960, el Comandante en Jefe Fidel Castro expresó y cito: “El futuro de nuestra patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, tiene que ser un futuro de hombres de pensamiento”, fin de la cita. Esta premisa nos ha guiado al logro de significativos resultados científicos, de inestimable beneficio social.
La gestión gubernamental, las investigaciones científicas, los productos biofarmacéuticos cubanos y el sistema de salud inclusivo, gratuito y universal han sido esenciales en la recuperación del 87% de las personas contagiadas con la Covid-19. Contamos con dos candidatos vacunales en fase de ensayo clínico y nuestros científicos trabajan en otros dos.
Hemos contribuido modestamente a combatir la enfermedad en 39 países y territorios, con 53 brigadas médicas que se sumaron a las que desde antes prestaban servicio en 59 naciones.
Todo ello ha sido posible pese a las campañas del gobierno de Estados Unidos contra la cooperación médica que Cuba ofrece y del severo recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero, incluso en las complejas condiciones impuestas por la Covid-19, que lo confirman como una violación flagrante de los derechos humanos de todo un pueblo y el impedimento fundamental para nuestro desarrollo.
El gobierno estadounidense, con pretensiones de reimponer la Doctrina Monroe, quebranta la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz y obstaculiza el desarrollo sostenible en la región, al mantener una política hostil contra Cuba y amenazar, agredir y aplicar medidas coercitivas unilaterales contra otros países.
La agresividad de Estados Unidos contra Cuba, intensificada en los últimos años con la guerra económica despiadada del bloqueo, se vuelca ahora a intentos groseros y peligrosos de promover la inestabilidad social y política.
Denuncio que el gobierno del presidente Donald Trump está involucrado directamente en el financiamiento y orientación para que en Cuba se cometan acciones de desobediencia civil y actos ilegales contra el orden público. Grupos e individuos radicados en el territorio de ese país, algunos con vínculo con actividades terroristas, promueven abiertamente que se cometan en Cuba actos de sabotaje, violencia y desacato a la ley.
El Encargado de Negocios de los Estados Unidos en Cuba se ha involucrado personalmente en la promoción de una supuesta huelga de hambre que no existió, en la violación de las normas de cuarentena sanitaria establecidas con motivo de la pandemia de la Covid-19 y en la transportación y el respaldo a los participantes de esta provocación.
Se trata de una interferencia flagrante e inaceptable en los asuntos internos de nuestro país, que el gobierno cubano no tolera a Estados Unidos, ni a nadie.
Estimada señora Presidenta.
Aprovecho la oportunidad para reiterar, en nombre del pueblo y el gobierno cubanos, nuestra gratitud a la comunidad iberoamericana por su apoyo al justo reclamo de poner fin al bloqueo contra Cuba.
Reafirmo nuestro compromiso con la cooperación y la solidaridad.
Muchas gracias.
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