El expresidente boliviano Evo Morales salió al paso tras la impugnación del brazo político Unidad Nacional contra la candidatura del excanciller David Choquehuanca, quien aspira a la vicepresidencia de ese país por el Movimiento al Socialismo (MAS).
En una nueva arremetida contra esa fuerza, como lo ha venido denunciado el propio Morales desde el golpe de estado del que fue víctima, el diputado Amílcar Barral presentó la impugnación en la cual acusa al exministro por presuntamente no cumplir el requisito de la residencia permanente.
Barral justició la impugnación al argumentar que Choquehuanca debería haber residido en Bolivia desde 2015 pero en 2017 fue elegido como secretario general del ALBA (Alianza Boliviariana para los Pueblos de América), cuya sede está en Caracas.
‘La impugnación a la candidatura del hermano David Choquehuanca es parte del golpe de Estado racista. Demuestra miedo al movimiento indígena y, junto a las inhabilitaciones, es una prueba clara de la pretensión de proscribir al MAS’, denunció Morales, quien desde el pasado 14 de diciembre se encuentra en Buenos Aires en condición de refugiado político.
La semana pasada el exgobernante y el excanciller Diego Pary, quienes aspiraban a senadores, fueron inhabilitados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) bajo el mismo argumento, algo calificado por el exmandatario como un golpe a la democracia.
Desde Twitter, Choquehuanca también respondió a la impugnación de Barral al subrayar que ‘mi proyecto de vida y mi residencia siempre ha sido y seguirá siendo Bolivia’.
Asimismo aclaró que siendo secretario general del ALBA, cargo que ejerció entre 2017 y 2019, viajaba todos los meses a diferentes países para construir integración.
Por su parte, el candidato presidencial por el MAS, Luis Arce, consideró la impugnación presentada por Unidad Nacional como otro intento para proscribir a esa fuerza política que representa. Denunciamos este ataque contra nuestro binomio, manifestó.
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