Con los Himnos Nacional, Invasor y Masónico, se inició este domingo 23 de febrero en el vestíbulo del histórico Teatro Principal, de Sancti Spíritus, la ceremonia de develamiento de la tarja, ampliada en su texto y formato, en que los asistentes al Primer Congreso Nacional de Historia, efectuado en La Habana en octubre de 1942, reconocieron en la masonería el sector de la sociedad que más aportó a la independencia, la libertad, la cultura y el progreso de Cuba, desde las guerras libertarias del siglo XIX hasta esa fecha.
Según el venerable maestro de la Logia Obreros del Yayabo, de la capital espirituana, Erisbel Jesús Martínez González, con fecha posterior a ese Congreso de historiadores, se reunieron los ayuntamientos municipales para acordar la implementación de los acuerdos del cónclave, y el de Sancti Spíritus decidió la colocación de la tarja original, y eligió para ese fin ubicarla en acto público en la sección frontal del emblemático teatro Principal, el 18 de abril de 1948.
Sobre este punto abundó Alfredo Sebastián Ruiz Arias, Freddy Ruiz, quien destacó la validez del reconocimiento hecho entonces a los masones de Cuba, por un congreso que estuvo presidido por el destacado intelectual cubano Emilio Roig de Leuchsenring, primer historiador de la Ciudad de La Habana y conocida figura antiimperialista, con una obra extensa y profunda en el campo de la historiografía.
La justificación emitida por aquel evento reconoció el “refugio, amparo, calor y ayuda” que encontraron en las logias masónicas los libertadores de América, desde Simón Bolívar a José Martí, en la lucha por plasmar sus ideas de libertad y redención de sus pueblos; esto alcanzó tanto vuelo que la metrópoli instituyó en Cuba los delitos por francmasonería y llegara a cometer crímenes execrables en las personas de destacados masones.
Ruiz hizo notar la trascendencia de que esta ceremonia de develamiento de la renovada tarja, se efectuara en la víspera del aniversario del inicio de la Guerra Necesaria organizada por José Martí, el 24 de febrero de 1895.
En este acto de restitución, en el cual estuvieron representadas distintas instituciones del sector de la Cultura y la sociedad civil espirituana, incluidas logias masónicas y no masónicas, usó también de la palabra José Antonio Pérez González, diputado gran maestro de distrito en Sancti Spíritus de la Gran Logia de Cuba.
Por la labor destacada en su apoyo y auspicio para la materialización de este proyecto, se entregó diplomas de reconocimiento a un grupo de instituciones, encabezadas por el Centro Provincial de Patrimonio, la Oficina del Conservador de Sancti Spíritus, el Registro Provincial de Asociaciones del Ministerio de Justicia, la Dirección del Teatro Principal, y se le extendió el agradecimiento por su contribución, a la trabajadora Juana Teresa Rodríguez.
También fueron reconocidas un grupo de logias, cuyos representantes presentes en el acto recibieron los certificados correspondientes.
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