Cada 5 de junio el plantea enfoca miradas y acciones al Día Mundial del Medio Ambiente y en esta oportunidad el tema de la Biodiversidad regirá todo cuanto acontezca en la Tierra, que tiene como país sede de la conmemoración a Colombia y en Cuba, a la provincia de Pinar del Río, escenario de una muy rica y diversa naturaleza.
Es precisamente la Biodiversidad la base que sustenta toda la vida en la tierra y debajo del agua y guarda una interrelación muy estrecha con todos los aspectos de la salud humana.
La Biodiversidad proporciona agua y aire limpios, alimentos nutritivos, conocimiento científico y fuentes de medicamentos, resistencia a enfermedades naturales y mitigación del cambio climático. Cambiar o eliminar un elemento en esta intrincada red afecta todo el sistema de vida y puede producir consecuencias negativas.
La deforestación, la invasión de hábitats de vida silvestre, la agricultura intensiva y la aceleración del cambio climático han alterado el delicado equilibrio de la naturaleza.
Según precisan los especialistas, se necesitarían los recursos de 1,6 planetas Tierra para satisfacer la demanda de los seres humanos cada año.
Si continuamos en este camino, la pérdida de biodiversidad tendrá graves consecuencias para la humanidad, incluido el colapso de los sistemas alimentarios y de salud.
En Cuba, el Sistema Nacional de Áreas Protegidas y su estrecho vínculo con las entidades del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, los sistemas de educación, la Agricultura, entre otras empresas y organismos, desarrollan acciones específicas para proteger todos los ecosistemas, por lo que ello representa para la propia vida.
Agricultura sostenible, uso de fuentes de energía sanas, que no contaminen aire, ríos y mares, labores de reforestación, con énfasis en los escenarios más frágiles y un amplio proceso de educación ambiental desde las más intrincadas comunidades rurales hasta los perímetros urbanos, son, entre otras tareas cotidianas en aras de preservar y fortalecer la Biodiversidad.
Más que un manantial de recursos materiales, lo imprescindible es tocar la conciencia del hombre, principal responsable de las heridas que hoy dejan ver los ecosistemas y de la cura de las mismas.
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