Casi había acabado de poner un pie en la Empresa de Cemento Siguaney y de pararse delante de aquel cartel que siluetea la fábrica con modernos hornos y torres y naves en el futuro, cuando el presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez hizo una pregunta inesperada. Nada tenía que ver con las 90 000 toneladas de cemento que allí pretenden fabricar este año ni con el proyecto de modernización tecnológica de la planta que multiplicará producciones ni con las leyes medioambientales que, ya había advertido el mandatario, se deben velar; tan solo inquirió:
—¿Oye, Tony todavía trabaja aquí?, escuché más o menos desde la distancia prudencial que me separaba del Presidente.
—¿Qué Tony?, respondió desconcertado Gonzalo Reina Aguilar, el joven director de la planta y graduado, también, de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas.
—El ingeniero, a él creo que lo ubicaron aquí, aclaró Díaz-Canel. Solo entonces se supo que había sido compañero suyo en los días universitarios y después durante el servicio social que cumplieron juntos en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Cuando ya Díaz-Canel estaba en la puerta de aquella nave grisácea de tanto polvo —que los expertos llaman área de molienda— llegaron dos hombres bajo un casco amarillo. Venían con algunas canas de más al encuentro del amigo de antaño.
Y fueron entonces los abrazos espontáneos, las palmadas en los hombros, los rostros nublados de emociones que desdibujaban por instantes a los ingenieros automáticos y al incansable presidente. Eran tan solo tres muchachos, tres compañeros que tratan de actualizar en segundos las décadas transcurridas. En ese momento eran Migue, Tony y Noel.
“¿Desde que te graduaste te ubicaron aquí, Tony?, porque tú siempre hacías las prácticas de producción aquí, volvió a indagar Díaz-Canel. ¿Tienen hijos? ¿Y la familia?
José Antonio Santos Pérez, Tony, ahora trabaja en el Centro de Desarrollo de Automatización Integral y Noel Guevara Guevara, en la Empresa de Cemento Siguaney.
“Migue y yo nos pasamos los tres años de servicio social en las FAR. Él era oficial de conducción y yo operador de coordenadas. Fuimos juntos a tirar cohetes a la URSS”, me dice Tony. En cambio, Noel lo conoció también en la universidad por aquellos tiempos en los que Díaz-Canel era profesor.
Y hablan del amigo que se les ha vuelto presidente, del orgullo que transpira en aquel apretón de manos, de la sorpresa del encuentro, de esa vocación humilde del mandatario de ponerse en la piel de la gente, del mismo Migue de siempre. Antes de fundirse otra vez en abrazos, antes del “me alegro tanto de verlos” y de la inevitable despedida, volvieron a sonreír estremecidos con una alegría que no logran captar, quizás, ni los muchos flashazos. “Oye, nos hacemos una foto”, había dicho Díaz-Canel y de pie frente a las cámaras eternizaron otro recuerdo.
Es una lástima la toma hecha por el fotógrafo que no capta los rostros, a Noel no lo conozco, pero a Tony tuve la oportunidad de verlo llegar por primera vez, y aunque mi trabajo no se relacionaba con el de él, estuve muchos años cerca de su oficina, la fábrica le debe mucho al talento y la dedicación a los trabajos por él desarrollados, muy humilde de su parte que no se supiera que había sido compañero de nuestro Presidente. Felicidades Tony.
Que diferencia de Trump que nacio millonario que esta en la presidencia de su país por el simple hecho de ser adinerado y que es cruel despiadado q solo le interesa su capital monetario y no le interesa su pueblo, lo que necesitan los niños , las mujeres o ancianos. Ah,nuestro presidente Diaz – Canel que es de origen humilde que estudió y se graduo al igual q cualquier joven cubano que se fue preparando politicamente y q gracias a su convicción, dedicacion , humanismo, responsaabilidad y constancia esta hoy en la presidencia de nuestro pais, el cual consta con todo el apoyo del pueblo q lo vio crecer al lado de las grandes ideas del comandante y la sabiduría de nuestros antecesores revolucionarios ese si es un buen presidente que siente y se preocupa por su pueblo
Es hermoso ver el reencuentro de nuestro presidente con sus compañeros de universidad esos que lo vieron desde sus raices hoy tony y noel estan orgullosos pq saben que nuestro presidente dia a dia a sabido ir dejando una huella en la historia. Nuestro pueblo esta muy convencido de la responsabilidad que nos toca estaremos a su lado en la batalla diaria de lograr un mejor futuro para nuestra revolución batalla q lograremos pensando como pais siendo mas unidos y apoyando nuestro proceso revolucionario ese que empezo con nuestro apóstol José Martí,continuó con Nuestro invicto comandante Fidel Castro y se reafirma con DIAZ – CANEL. No cabe duda que seguiremos con nuestro legado somos continuidad.