El candidato presidencial demócrata Joe Biden viajará este jueves a Kenosha, Wisconsin, una ciudad de Estados Uidos recientemente marcada por fuertes protestas y disturbios tras el tiroteo policial de un afronorteamericano.
La campaña del aspirante a la Casa Blanca anunció la víspera que el exvicepresidente sostendrá una reunión comunitaria en Kenosha para ‘unir a los estadounidenses en la sanación y abordar los retos que enfrentamos’.
El exvicemandatario también se reunirá con los familiares de Jacob Blake, el hombre negro de 29 años que se encuentra parcialmente paralizado después de que un oficial le disparó siete veces por la espalda durante un arresto el pasado 23 de agosto.
La visita de Biden tendrá lugar dos días después de un viaje a la localidad del presidente del país, el republicano Donald Trump, quien durante su estancia se reunió con fuerzas del orden y visitó un edificio incendiado en recientes disturbios, pero no dialogó con la familia de Blake.
El jefe de la Casa Blanca, el rival de Biden en los comicios del próximo 3 de noviembre, estuvo en Kenosha pese a que autoridades locales y estatales le pidieron no ir a la ciudad, ante el temor de que su presencia provocara todavía más división en un momento de elevadas tensiones.
Partidarios de Trump y manifestantes en contra del racismo y la brutalidad policial chocaron verbalmente en el centro de Kenosha durante la visita del mandatario, y algunos llegaron a tener acalorados enfrentamientos a gritos, pero no se alcanzó el nivel de violencia registrado la semana pasada.
Durante los días siguientes al tiroteo a Blake hubo fuertes protestas dirigidas a denunciar lo que muchas voces consideran el racismo sistémico de la sociedad estadounidense, pero también ocurrieron episodios de vandalismo y violencia, en los cuales prefirió enfocarse Trump al referirse a la situación en la ciudad.
Biden, por su parte, manifestó el lunes que los disturbios, los saqueos y los incendios no son protestas, sino anarquía, pero también condenó los disparos policiales contra estadounidenses negros, y señaló que el caos se está desarrollando bajo la supervisión del jefe de Estado.
Según el exvicepresidente, Trump incrementó las tensiones que comenzaron a agitarse en la nación norteña tras el asesinato policial del afronorteamericano George Floyd en mayo pasado, y acusó al mandatario de querer que los estadounidenses vivan con miedo.
Preguntado la víspera sobre su visita de este jueves a Kenosha, Biden dijo que habló con los líderes locales y agregó que ‘ha habido solicitudes abrumadoras para que yo vaya’.
Tenemos que sanar y que unir a la gente. Entonces, mi propósito al ir será hacer precisamente eso: tener una influencia positiva en lo que está sucediendo, añadió el demócrata, en lo que pareció un intento por alejarse de la retórica divisiva de su rival republicano.
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