El gobierno de Estados Unidos es responsable del cese a partir de hoy del pago de remesas desde esa nación a Cuba través de Western Union, la cual mantenía relaciones contractuales en la isla con Financiera Cimex S.A. (Fincimex).
Según el diario Granma, a partir de este lunes quedan cerradas las vías oficiales y más seguras para el envío de esos recursos por parte de quienes no pueden viajar con frecuencia a Cuba para apoyar con dinero a sus seres queridos o no desean valerse de terceras personas para ayudar a sus familiares.
En ese sentido, la posición de Washington pone al descubierto una vez mas la magnitud de las afectaciones a las familias cubanas, al interrumpir lazos contra los que actúa deliberadamente y en tiempos de una crisis agravada por la Covid-19 y el propio bloqueo a la isla.
Cabe mencionar que a finales de octubre, el Departamento del Tesoro anunció modificaciones a las regulaciones para el control de activos cubanos, lo que impediría las remesas a Cuba a través de compañías estadounidenses con licencias generales
En un intento por lanzar la culpa de la medida sobre ajenos, el gobierno norteamericano argumentó que las remesas no se interrumpirían si Cuba aceptaba la imposición de la administración estadounidense de establecer una red de pagos diferente a la actual, lo cual debia de concretarse en menos de 30 días.
En ese sentido, se ignoró la preparación profesional del personal de Fincimex para esta tarea, unido a la experiencia de dos décadas y la infraestructura de comunicaciones desarrollada con vistas a la creación de una red de pagos confiable.
La empresa cubana, autorizada por el Banco Central de Cuba para realizar las operaciones de intermediación de ese proceso de flujo financiero, informó que como consecuencia de las medidas del Gobierno estadounidense, sería interrumpido el servicio de los 407 puntos de pago que conforman la red de la compañía norteamericana en el territorio nacional.
Granma recordó que en octubre de 2019, cuando comenzó la venta en moneda libremente convertible, se plantea la demanda de esas monedas en la población, y Fincimex ofreció a todas las compañías remesadoras la posibilidad de dirigirlas a cuentas bancarias.
Western Union se encontraba trabajando en esa modalidad, prevista a ser implementada a partir de enero, pero esta posibilidad fue interrumpida por la arbitraria decisión de la administraciónde la Casa Blanca.
Unido a ello, no se puede desconocer que una medida como esa puede estimular la ilegalidad, ya que las familias podrían buscar vías informales e irregulares para ayudara los suyos, exponiéndose a ser víctimas de una estafa, cuando el país cuenta con un servicio probado en su rigor y efectividad.
En sus ansias de rendir al pueblo cubano, no ha faltado el estímulo constante a la subversión, con apuestas millonarias que persiguen la desestabilización política, mientras aplican medidas de orden económico, comercial y financiero que en el último año impactaron a la economía cubana con pérdidas de más de cinco mil millones de dólares, a pesar del contexto de la pandemia.
Esa realidad fue denunciada por Cuba sistemáticamente en la ONU y donde recibió el apoyo mayoritario de las naciones del mundo.
Se suma además el intento de hacer ver a Cuba como un país que vive de las remesas, lo cual tropieza con datos del Banco Mundial que muestran como la mayor de Las Antillas no figura entre las 10 primeras naciones con mayor flujo de recursos mediante esa modalidad en América Latina y el Caribe.
De manera adicional, cabe mencionar que en el año preelectoral 2019 se presentó la mayor cifra de nuevas normas jurídicas contrarias a la isla para el periodo 2001-2020, con sanciones todos los meses, excepto en enero, y en varias ocasiones aplicaron más de una sanción por mes.
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