El capitalino Teatro Martí abrió este 16 de junio sus puertas para acoger el velorio de la gran vedette de Cuba, Rosita Fornés, quien hizo historia en ese coliseo como en tantos de su país.
Un comunicado del Ministerio de Cultura (Mincult) atestigua que ayer en el portal del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, escenario también de muchas actuaciones de la diva, decenas de cubanos depositaron flores como muestra de tributo.
El teatro donde Fornés tuvo su debut escénico fue el elegido para su última aparición pública en Cuba y desde la noticia del fallecimiento de la artista, el 10 de junio, miles de admiradores decidieron pasar por allí a adornarlo con rosas.
Rosita marcó con encanto cada escenario que pisó y la fascinación que despertaba en el público se convierte ahora en tristeza, esfuerzo y valentía; pues muchos residentes de la capital han acudido a pie al Teatro Martí, cuando aún el país mantiene vigentes una serie de medidas para luchar contra la Covid-19.
La afluencia de público se realiza con apego a la disciplina necesaria para proteger a la ciudadanía y de acuerdo a las exigencias sanitarias aprobadas para la actual situación epidemiológica.
Basta pasar vista a la extensa fila de ciudadanos que aguardan la oportunidad de darle un último adiós a su vedette para percatarse de que asisten a algo solemne, doloroso y significativo para quienes la seguían de teatro en teatro y no perdieron ni un estreno, ni una película, ni un programa de televisión.
En el Martí, Fornés debutó con Pardon Madame, de la opereta Victoria y su húsar, de Paul Abraham; junto a Miguel Bodegas, Miguel de Grandy (padre e hijo), Zoraida Beato, Armando Bianchi y Conchita Brando, bajo la dirección musical de los maestros Gonzalo Roig y Rodrigo Prats.
Además, derrochó talento en Las Leandras, Los gavilanes, La verbena de la Paloma, La Revoltosa, Luisa Fernanda y La duquesa del Bal Tabarin; zarzuelas y operetas que Antonio Palacios y Miguel de Grandy dirigieron nuevamente para ella.
La televisión cubana y la radio transmiten en vivo la velada de este martes y, una vez concluida, se dará cumplimiento a la última voluntad de la Fornés: descansar en la bóveda familiar ubicada en el Cementerio Colón de La Habana, tras una ceremonia privada.
De acuerdo con la nota del Mincult, el cortejo fúnebre partirá del Teatro Martí alrededor de las 15:00, ‘hora local’, y transitará por las céntricas avenidas de Prado, Malecón y 23 hasta 12, trayecto en el que el pueblo dará el último adiós a la artista galardonada con los premios Nacional de Música, Teatro y Televisión.
Por último, a las 21:00, ‘hora local’, la televisión nacional promoverá un aplauso dedicado a Fornés desde todos los rincones de la isla como digno tributo popular a una de las más queridas artistas cubanas de todos los tiempos.
Dicha iniciativa coincide con el reconocimiento que cada noche se rinde a esa hora a los trabajadores de la salud por su entrega altruista en la lucha contra la Covid-19.
Aplaudiremos también a Rosita Fornés, convida el comunicado y explica que la propuesta responde a la imposibilidad de participar masivamente en la ceremonia en el Teatro Martí, debido a la actual situación generada en Cuba y el mundo por el nuevo coronavirus.
Fornés falleció el pasado 10 de junio en Estados Unidos, pero para cumplir con la última voluntad de ‘la Vedette de Cuba’, sus restos fueron trasladados a esta isla, para el descanso definitivo.
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