Han pasado casi cuatro años desde la primera vez que soñó con materializar a gran escala uno de los gestos más naturales del ser humano: un beso. Mas, la creación exigía de que fuera tan puro como el mismo acto de juntar los labios. Por tanto, se adueñó de uno de los elementos más resistentes del medio ambiente: la roca.
Comenzó así el gran desafío. Y otra vez el artista zaceño Wilfredo Prieto demostró que no hay límites para el arte: logró emplazar dos rocas de alrededor de 30 toneladas cada una, desde el norte de Italia hasta la entrada del Parque de esculturas City Life en Milán. Se erige así una colosal instalación artística que se ha robado los titulares de no pocos medios internacionales y nacionales bajo el título Beso.
“Las circunstancias cambiaron, por lo que tuvimos que echar mano a las redes sociales para hacerlo a distancia. Es un trabajo técnico complejo”, declaró ante la sorpresa que genera la pieza por sus dimensiones, sobre todo porque, debido a la pandemia, el creador se ha mantenido en su estudio emplazado en La Habana.
Lograr que hoy a la entrada del museo de arte contemporáneo a cielo abierto en el mismísimo corazón de Milán ofrezcan la bienvenida dos cantos rodados erráticos, colocados uno al lado del otro y que se toquen en un solo punto exigió de mucho estudio y consagración, mucho más en tiempos de COVID-19, una pandemia que se ensañó con fuerza en Italia y su presencia en nuestra isla impidió que Wilfredo Prieto siguiera de cerca cada movimiento.
“En este tiempo he laborado más que en épocas normales porque uno necesitaba un descanso de esa locura internacional de viajar, las bienales, museos y eventos. Esto me ha permitido replantearme el accionar. Realmente, estas dificultades se convierten en herramientas positivas para la creatividad”.
Con esa filosofía, el artista, merecedor hace muy pocos meses de la Distinción Por la Cultura Nacional, ha vuelto a desafiar los límites que otras muchas personas le impregnan al arte. Beso integra, junto a otras 19 piezas, un conjunto de creaciones que permitirán el diálogo sincero con quienes recorren el encantador sitio italiano. Trascenderá en el tiempo por la resistencia propia de las rocas. Quizá, la misma que tiene Wilfredo Prieto, el artista joven cubano con mayor reconocimiento a nivel internacional.
“El arte es la herramienta que puede traducir todas las vivencias, desde las más simples hasta las propias relaciones sociales que tenemos cada día”, concluyó al reflexionar sobre por qué jamás depone las armas, ni ante situaciones tan complejas como la que hoy vive el mundo frente al SARS-CoV-2.
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