Las elecciones del 3 de noviembre próximo podrían ser las más litigadas en la historia de Estados Unidos, estiman expertos en la materia, cuando se desarrollan hoy centenares de desafíos legales relacionados con esos comicios.
En medio del impacto de la pandemia de la Covid-19, que ha abierto un enfrentamiento entre quienes promueven la votación por correo y quienes prefieren el sufragio en persona, y con un presidente en el cargo que no se ha comprometido a reconocer el resultado si resulta perdedor, abogados electorales consideran que el escenario de este año puede ser más complejo que en 2000.
Hace 20 años, la estrecha ventaja (menos de 600 votos) obtenida por el candidato republicano George W. Bush en Florida llevó a su rival demócrata, Al Gore, a solicitar un recuento de votos que disminuyó incluso más la diferencia entre ambos, por lo cual en diciembre aún no se conocía con certeza quién asumiría en enero siguiente como mandatario del país.
A pesar de las denuncias sobre irregularidades y fraude en torno a esas elecciones, una intervención de la Corte Suprema del país ordenó entonces que se suspendiera el recuento y Bush (2001-2009) se convirtió en el presidente de Estados Unidos.
Sin embargo, el escenario ahora está marcado por la gran cantidad de acciones legales que comenzaron meses antes de la cita en las urnas, la mayoría de ellas relacionadas con la actual situación de salud (unas 250, según cálculos de Justin Levitt, profesor de la Facultad de Derecho de Loyola, en la Universidad Loyola Marymount).
Justin Riemer, abogado principal del Comité Nacional Republicano (RNC), indicó al portal digital NPR que cree que ya las elecciones de este año alcanzaron el estatus de más litigadas de la historia, y precisó que las máximas instancias del partido rojo están involucradas en más de 40 demandas.
En tanto, el abogado electoral, Marc Elias, quien lidera las luchas de la campaña del candidato presidencial demócrata, Joe Biden, expresó que la formación azul también está ocupada en las cortes, pues litiga más de 30 demandas en unos 18 estados.
A ello se suman las cientos de acciones legales interpuestas por campañas, partidos y grupos externos para intentar resolver cuestiones como si las boletas electorales, para ser contadas, deben arribar para el día de los comicios o simplemente presentar un matasellos que tenga como máximo esa fecha.
De ese modo, los niveles sin precedentes de litigios y la cantidad de boletas por correo que deberán contarse crean un consenso cada vez mayor de que es posible que los estadounidenses no conozcan el ganador de la presidencia en la noche de las elecciones.
Además, NPR señaló que dado el historial que tiene el actual mandatario del país y aspirante a la reelección, Donald Trump, de hacer afirmaciones falsas sobre la votación por correo, la pelea electoral no solo tendrá como escenario las cortes, sino el tribunal de la opinión pública.
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