Gran parte del mundo sigue de cerca el proceso electoral en Estados Unidos, donde además de elegirse este martes al presidente del país, están en juego muchos escaños del Congreso, y puestos estatales y locales.
En medio del gran flujo de información que abunda en las organizaciones de noticias sobre los comicios en la nación norteña, Prensa Latina responde algunas preguntas que pueden tener los lectores sobre esta importante contienda.
¿Por qué las elecciones de Estados Unidos se celebran un martes?
Mientras en otras naciones es común que los comicios se realicen el fin de semana, fundamentalmente los domingos, los de Estados Unidos siempre se fijan para el primer martes después del primer lunes de noviembre, una práctica que se remonta a 1845.
Gran parte de la población estadounidense vivía entonces de la agricultura y, al plantearse la necesidad de una fecha electoral, el Congreso consideró noviembre el mes más adecuado, pues la cosecha ya había concluido y el clima aún permitía largos recorridos hasta los centros de votación.
Actualmente, la votación temprana o anticipada que se realiza en muchos estados desde 1992 brinda la posibilidad de no limitar el sufragio a un solo día, sino que los norteamericanos pueden emitir sus boletas en persona o a través de correo desde semanas antes del día de las elecciones.
Este año, los votos anticipados alcanzaron niveles récords en medio del impacto de la pandemia de la Covid-19, pues se estima que ya participaron más de 93 millones de personas, lo cual llevaría a que por primera vez en la historia haya más boletas emitidas antes de la jornada de los comicios que en la fecha de las elecciones.
¿Quiénes compiten por la presidencia?
El actual mandatario del país, Donald Trump, de 74 años, busca un segundo mandato por el Partido Republicano, mientras la otra principal fuerza política del país, el Partido Demócrata, tiene como candidato al exvicepresidente Joe Biden, de 78 años.
Trump y Biden son los principales protagonistas de la lucha por la Casa Blanca y aparecen en las boletas electorales de los 50 estados del país y de la capital, Washington D.C., respaldados por la historia de sus formaciones políticas y por una poderosa maquinaria de propaganda y dinero.
Aunque ellos dos son los más mediáticos, y los únicos con posibilidades reales de ganar las elecciones del 3 de noviembre, la página de rastreo de datos electorales Ballotpedia indica que, en total, mil 224 candidatos se presentaron ante la Comisión Federal de Elecciones para postularse a la presidencia.
Con vistas a buscar la máxima oficina del país, un aspirante debe ser un ciudadano natural de Estados Unidos, tener al menos 35 años de edad y haber residido allí durante un mínimo de 14 años.
Entre esa gran cantidad de nominados presidenciales por otros partidos políticos y de forma independiente, los dos mejor posicionados son Jo Jorgensen, del Partido Libertario, quien aparecerá en las boletas de todos los territorios; y Howie Hawkins, del Partido Verde, ubicado en las papeletas de 30 estados.
¿Qué dicen las encuestas sobre las posibilidades de cada candidato?
Una característica del proceso electoral en Estados Unidos es la gran cantidad de encuestas que se realizan a nivel nacional y estatal para medir la intención de voto de los electores y realizar análisis en torno a las posibilidades de éxito de cada contendiente.
Desde hace meses la mayoría de los sondeos nacionales muestran a Biden con superioridad sobre Trump, y en la actualidad el promedio de encuestas del portal digital RealClearPolitics coloca al demócrata 7,2 puntos porcentuales por delante del republicano, al recibir el respaldo del 51,1 por ciento de los electorales, frente al 43,9 por ciento de su rival.
Sin embargo, la ventaja del exvicepresidente se estrecha en un grupo de estados considerados pendulares o bisagras, los cuales pueden inclinarse por cualquiera de los dos partidos, entre los cuales se encuentran Florida, Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Carolina del Norte y Arizona.
En esos seis territorios combinados, Biden tiene una superioridad de 3,3 puntos porcentuales, pero el panorama en cada uno de ellos es diferente, pues va desde el insignificante margen de 0,3 puntos porcentuales que presenta sobre Trump en Carolina del Norte, hasta 6,6 y 6,1 puntos porcentuales de superioridad en Wisconsin y Michigan, respectivamente.
Más allá de esos datos, existen interrogantes acerca de la confiabilidad de las encuestas, las cuales subestimaron en 2016 gran parte del apoyo que recibió Trump entre los hombres blancos sin formación universitaria, un grupo clave para su éxito hace cuatro años.
¿Qué cantidad de votos necesita un contendiente para ganar la presidencia?
Una peculiaridad de los comicios presidenciales en Estados Unidos es el cuestionado Colegio Electoral, el cuerpo cuyos integrantes son los encargados de elegir al presidente y el vicepresidente del país.
Para alcanzar la presidencia, 270 es el número mágico: esa es la cifra de votos electorales que necesita recibir un candidato a fin de llegar a la Casa Blanca, en un proceso que no es de votación directa, sino de segundo grado.
Eso significa que cuando un votante asiste a las urnas, su boleta no va directamente al aspirante de uno de los partidos, sino a los 538 miembros del Colegio Electoral provenientes de los 50 estados y de Washington D.C.
Como consecuencia de esa forma de sufragio, en varias ocasiones la persona que fue nombrada presidente no tuvo la mayor parte del respaldo de la población, la más reciente de ellas en 2016, cuando Trump obtuvo unos tres millones de votos populares menos que la entonces candidata demócrata, Hillary Clinton, pero recibió 304 votos electorales, frente a 227 de su rival.
Tal característica de los comicios estadounidenses provoca que el actual mandatario y su rival de la fuerza azul apunten con precisión quirúrgica y sumas millonarias, no a los 50 estados de la nación, sino a los mencionados territorios pendulares, que pueden resultar decisivos en sus aspiraciones.
¿Qué más se elige en las elecciones del 3 de noviembre?
Más allá de decidir si Trump permanecerá en la Casa Blanca por otros cuatro años o si será Biden el nuevo gobernante, los norteamericanos eligen a los 435 miembros de la Cámara de Representantes, actualmente bajo control demócrata, y a 35 de los 100 miembros del Senado, que tiene ahora mayoría republicana.
En la actualidad, la fuerza azul ocupa 232 asientos en el primero de esos órganos legislativos, frente a 198 de la formación roja, un libertario y cuatro puestos vacantes; en tanto en el Senado, los republicanos tienen 53 escaños y los demócratas 47 (incluidos los de dos independientes).
Cualquiera que sea el candidato que finalmente gane la presidencia y tome el poder el 20 de enero de 2021, el camino que siga su administración estará vinculado, en buena medida, a la correlación de fuerzas que exista en el Capitolio del país, de ahí la gran importancia de los comicios legislativos.
La mayoría de los analistas y sitios de pronósticos coinciden en que los demócratas deben mantener el control de la Cámara Baja, por lo que la lucha más cerrada gira en torno al Senado.
A principios de 2020 no se esperaba que la batalla por la Cámara Alta llegara a ser muy reñida, pero eso cambió en un panorama en el que Trump aparece por detrás en las encuestas nacionales y los candidatos de la fuerza azul acumulan millones de dólares en recaudaciones de fondos.
Para inclinar ese órgano a su favor, los demócratas necesitan mantener los puestos que poseen actualmente y sumar una ganancia neta de cuatro escaños, o de tres si Biden llega a la Casa Blanca, pues en caso de un resultado 50-50 en una votación en el Senado, sería su vicepresidenta, Kamala Harris, la encargada de romper ese empate.
Los votantes también se pronuncian sobre quién será su próximo gobernador en 11 estados del país: Missouri, Montana, Carolina del Norte, Nuevo Hampshire, Virginia Occidental, Delaware, Indiana, Dakota del Norte, Utah, Vermont y Washington.
Por otro lado, en 32 estados los electores deben decidir acerca de 120 medidas sobre una gran variedad de temas, desde cuestiones electorales hasta el incremento del salario mínimo, la legalización de la marihuana y la ampliación de beneficios laborales.
El mundo necesita deshacerse de Trump ya ha dicho mas de 20 mil mentiras en 4 años si sale dirá 20 mil más y tendrá al mundo en vilo de una nueva guerra casi mundial por sus provocaciones a China en la isla de Taiwán
Entendido, ahora hablame de las elecciones presidenciales en Cuba.