Desde que escucharon que Eta amenazaba al territorio los trabajadores de la Empresa Alimentaria Provincial se dedicaron a elaborar el pan para adelantar la canasta familiar de los espirituanos correspondientes al sábado y al domingo, ello sin dejar de producir, además, las cantidades destinadas a los centros de evacuación, los de aislamiento, los asistenciales y la gastronomía en general.
Así lo ratificó a Escambray Octavio del Rosario Argüelles, director de dicha entidad, quien explicó que en todos los municipios se crearon las condiciones para que la tormenta tropical no los sorprendiera con apagones que pudieran atrasar las distribuciones del alimento.
Solo en algunos sitios como Banao y en la dulcería El Nery se han presentado roturas leves que ya se están solucionando, en tanto dijo que, aunque cuentan con bajas coberturas de harina en la provincia, se hace un esfuerzo para no dejar de cumplir con las entregas, sobre todo del pan normado.
Explicó que las dulcerías están funcionando para cubrir las asignaciones a los centros de aislamiento habilitados ante la COVID-19, y el excedente de producción se destina a la venta liberada en las propias unidades.
Del Rosario Argüelles explicó que también las minindustrias subordinadas a la entidad como Bonico, Lucumy, La Paila y otras, se encuentran produciendo dulces en almíbar, vegetales en conserva para la venta a los organismos, principalmente.
Por último, dijo que las dos fábricas de galletas de la provincia —la de galletas de sal y la de galleticas dulces— se mantienen cerradas por no disponer de harina para las elaboraciones; aunque se espera que para el mes de diciembre puedan mejorar los envíos de la materia prima y las mismas reanuden sus labores.
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