Toda la ciudad de Crema, Lombardía, se colma de silencio; hasta los famosos violines Stradivarius han callado, y los relojes renacentistas en lo alto de las iglesias parecen detenidos. Duele Italia, uno de los países más azotados por la pandemia de la COVID-19.
Justo allí, en medio de la desolación, ha tomado cuerpo un hospital de campaña, donde labora más de medio centenar de cooperantes cubanos, miembros del Contingente Internacional Henry Reeve, verdadero monumento a la solidaridad, al decir de los italianos Roberto Sadellicu y Rodolfo Dal Pane, residentes permanentes en Sancti Spíritus.
“Cuba no hace excepciones para amparar a nadie en momentos de desastres y enfermedades, y eso es lo que hace falta, que el mundo se una para parar la enfermedad”, afirmó Roberto Sadellicu, quien desde el 12 de marzo sabe a su familia en cuarentena y con el alma en vilo por este vivir en un clima de guerra, literalmente.
El coronavirus es un enemigo silencioso que ha llegado a causar en Italia hasta más de 790 muertes en un día. Desde hace semanas las imágenes de caravanas de vehículos militares cargados de ataúdes cruzando la ciudad de Bérgamo, al norte de ese país, sobrecoge al mundo.
Para Roberto Sadellicu, ante tanta desventura, la instalación del hospital cubano en la ciudad de Crema llega como bálsamo, debido al colapso de los centros sanitarios de la región.
“Imagínese la ayuda que representa este hospital porque son muchos los enfermos, y los médicos y enfermeras no alcanzan. Mi hermana me contó que hasta los pueblitos cercanos se ha corrido la voz de lo amables que son los médicos cubanos. El solo hecho de ir tan lejos a prestarnos ayuda es para estar eternamente agradecidos”.
Y es que “cualquier persona que tenga un mínimo de sentimiento se queda conmovido con el gesto de Cuba”, expresa categóricamente Rodolfo Dal Pane, activista italiano reconocido con la Medalla de la Amistad concedida por el Consejo de Estado de la República de Cuba.
Oriundo de la región de Emilia-Romaña, una de las zonas de Italia más castigadas por la COVID-19, Dal Pane confiesa estar impactado todavía por aquellos más de 10 minutos de aplausos de bienvenida a la brigada médica en el aeropuerto de Lombardía.
“A a partir de ese hecho y de las vidas que salvarán, Italia va a tener conocimiento y sentido de lo que de verdad significa Cuba.
“Son médicos con mucha experiencia en tratar a las personas como seres humanos; jamás han utilizado al sistema de salud como un negocio. Esta vez no ha sido la excepción; Cuba ha promovido la solidaridad en todos los contextos, y cada vez que hay una problemática de salud en la que pueda apoyar, ahí está”, subrayó Dal Pane.
“Valoro enormemente esta ayuda de Cuba a mi país y a otros pueblos —añadió—. Eso es tener un sentido de lo que es humanidad y ver a todos los hombres por igual”.
En el hospital de campo de Crema, Lombardía, se escriben historias homéricas. Debajo de las carpas, médicos y enfermeros cubanos ganan vidas a la muerte. Cuando llegue el recuento, el final de esta pesadilla, quedará en esta porción de Italia la imagen viva de los gladiadores de la Medicina cubana.
Me emociono y lloro por todos los que han fallecido en Italia y el resto del mundo y mi corazón se llena de dolor por tanto sufrimiento .
Es ahora cuando se ve quienes son los que tienen el corazón en el medio del pecho y la conciencia humanista a flor de piel , mis hermanos MEDICOS CUBANOS , yo y mi pueblo cubano los admiramos y nos sentimos muy orgullosos de lo que estan asiendo.
Excelente crónica de Arelys García; desprende sentimientos en horas aciagas.
Me siento orgullosa de ser cubasa. Los médicos, enfermeros y técnicos de la salud puedan ayudar a países que lo necesitan. A su vez estos gladiadores ponen en alto el nombre de su país. Lamentamos las perdidas humanas de Italia y de todos los países que estamos siendo azotados por esta pandemia. Luchemos juntos para salir victoriosos de esta situación. Cumplamos las medidas orientadas por Salud Pública. Esa es nuestra forma de ayudarlos a ellos.
En este momento historico que nos ha tocado vivir nadie borrará de su mente la labor tan grande y linda que están haciendo los trabajadores de la salud. Su solidaridad con los países más necesitados. Esa son la invasiones que les hace falta al mundo, la ayuda humanitaria.