La historia de Diuber Sicilia Camacho con la fotografía comenzó por una seducción inexplicable que le hicieron los encuadres, colores y composiciones. Nacieron, entonces, instantáneas de cualquier objeto, suceso, persona… La necesidad de apretar el disparador era tanta que solo importaba captar una imagen fija, muchas veces, alejada de concepciones artísticas. Luego, como toda relación, fue tomando madurez y hoy ambos se han fundido en una primera exposición personal con merecidos aplausos.
“Como todo principiante, lo primero que hice fue buscar en Internet tutoriales para ver por dónde iba el mundo de la fotografía. Comencé en eso, tras mi egreso de la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría como ingeniero industrial y laborar en el Ministerio de Educación Superior”, dice quien vivió sus primeros años en Taguasco, luego pasó un tiempo en Sancti Spíritus y con un poco más de 20 años plantó bandera en la capital del país.
Justo muy cerca de su otrora centro laboral, descubrió un lugar que de la mano certera lo condujo por los caminos académicos de esa especialidad del arte. La Escuela de Fotografía Creativa de La Habana se convirtió en la cobija segura para calmar la sed de conocimientos y materializar con éxito lo que sus ojos son capaces de ver como nadie.
“Sus módulos te dan elementos para decidirte hacia qué estética, forma de hacer, concepciones prefieres. Después de graduarme, seguí vinculado a ellos, tanto es así que han sido imprescindibles en mi promoción al incluirme en exposiciones colectivas y viabilizar mi primera personal”, alega este joven de 36 años.
Pasado un tiempo de aprehender de esa academia, dio otro de los pasos decisivos en busca de afianzar su relación con la fotografía: creó el Vintage Color Photography, junto a su esposa Lizandra Pérez.
“Ahí nos dedicamos a hacer fotos de bodas, quinces, a niños pequeños”, refiere como carta de presentación del lugar que le ofrece frutos económicos.
Muchas han sido las críticas que han recibido los estudios fotográficos en los últimos tiempos por hacer instantáneas que perpetúan códigos sexistas, elementos ajenos a nuestra idiosincrasia. ¿Qué política sigue Vintage Color Photographypara no estar en esas dianas?
“Es muy complicado, pues las clientes exigen verse hermosas y de acuerdo con sus patrones de belleza. Entonces hacemos un trabajo de persuasión muy fuerte, en dependencia de las características de quien se haga las fotos y su familia. Siempre apostamos por develar al ser humano con la mayor naturalidad posible y con una buena composición”.
¿Cómo han logrado colocarse en un mercado con tanta competencia?
“Muy difícil. Nos falta un poco más de promoción. En La Habana hay estudios que tienen clientela de muchas partes, incluso del mundo, y sus precios son astronómicos. Nosotros buscamos satisfacer a los clientes y por eso siempre nos ponemos de acuerdo a fin de que todos cumplan sus sueños. Por ejemplo, nos ha pasado con quinceañeras huérfanas o provenientes de familias no holgadas en su economía y nunca les hemos dado la espalda”, asegura.
Pero Diuber Sicilia Camacho jamás ha depuesto las armas en cuanto a la fotografía conceptual, la misma que lo empujó a cursar estudios y que lo desvela en la madrugada. Precisamente, en los primeros días de este 2020 aceptó la invitación de la Galería de Arte Oscar Fernández Morera, de Sancti Spíritus, para mostrar su primera exposición personal titulada Los sueños de la razón, inspirado en el cuadro del pintor español Goya.
“Fue mi regalo por los 500 años de La Habana. La Escuela de Fotografía Creativa y la biblioteca Fayad Jamís, de la capital, me invitaron a que montara en esa última institución. Durante ese proceso, conocí de la relación de la academia con la galería espirituana. Entonces, en uno de mis viajes acá, comenté de mi interés de que esta primera muestra mía se disfrutara en mi provincia natal y, por suerte, se cumplió el anhelo”.
¿Cómo es La Habana captada por un taguasquense?
“Es una exposición de 26 imágenes surreales, conceptuales de cómo concibo la capital. La veo con aires de cambio y nostálgica. Por eso, en mis fotos están presentes los colores pastel, opacos, blanco y negro. En mis creaciones el lugar no decide, sino lo que me imprime”.
¿Por qué si Vintage Color Photography va por buen camino, no has abandonado la fotografía conceptual?
“Porque esa es la que realmente me gusta hacer. Aunque la realidad es que para los jóvenes resulta muy difícil exponer y entonces tienes que sobrevivir con la otra, sin traicionar tu estética”.
¿Qué hay en estos momentos en tu lente?
“La curadora de Los sueños de la razón quiere trabajar conmigo en dos series que tengo en proyecto. La más terminada es sobre quinceañeras y la otra sobre contraluces, pero con personas. Por ahí andaré en este 2020, sin abandonar jamás la idea de un regreso a la galería espirituana”.
hacen un trabajo especial se los recomiendo a todas las 15 añeras mi hija se tomo las fotos con el es expectacular gracias
Felicidades, Diuber!