Parece un cristal. A esta hora, ya tomó el baño de sol mañanero en el balcón de su apartamento en el edificio 12 Plantas. Ahí empina sus nostalgias. No le pregunto, pero siento que extraña Jarahueca, a su gente, el pitazo del tren en el paradero. Relata que cuando olía que algún carro del periódico Escambray partiría a cierta cobertura en Yaguajay, se montaba hasta en un guardafango del jeep por tal de ver a sus padres en ese poblado. “Voy a mi casa”, decía.
Mucha agua ha corrido debajo del puente Yayabo desde que conocí a Caridad Álvarez Pereira. Cursaba el segundo año de Periodismo y realizaba mis prácticas en el entonces diario espirituano, y apenas encontraba la ocasión me refugiaba en el archivo, donde laboraba esta mujer, quien disfrutó el nacimiento de Escambray el 4 de enero de 1979 como el más avezado de los periodistas.
“Fue un día grande; a Sancti Spíritus le hacía falta un periódico”, subraya, y a seguidas narra cómo llegó aquí: estaba al corriente de que crearían la publicación, por su compañero de vida, el reportero José Camellón; debían mantener a cuatro hijos y la cuenta no daba.
En esas circunstancias, conversó con los periodistas Raúl García e Israel Hernández. El 28 de octubre de 1978 ponía los pies en la Redacción, y al poco tiempo lo hacía en la Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena, donde la especialista Martha Picart le enseñó las herramientas básicas en el manejo de un archivo.
Caridad o mejor Chiquitica, mote que lleva a cuestas casi desde su llegada al mundo hace 88 años, sabía que su puesto de trabajo no era ni el corazón ni el cerebro de Escambray; pero ninguna edición salía a la luz sin el aporte de su área, donde conservaba negativos, instantáneas, grabados y ejemplares del diario.
Gracias a su empeño cotidiano, en el hoy Centro de Documentación de Escambray pueden consultarse los llamados consecutivos, apelativo para nombrar las colecciones anuales de nuestra publicación, auténtica memoria histórica no solo de este medio; sino de una provincia que buscaba su identidad en el mapa cubano.
De todas aquellas coberturas, ella recuerda los días febriles de cuando Sancti Spíritus resultó la sede del acto nacional por el 26 de Julio. Fidel dedicó dos jornadas a este pueblo. Los periodistas entraban y salían de la Redacción; los fotógrafos iban directo al laboratorio con la primicia en las películas, que, una vez reveladas, Chiquitica conservaba en sobres, similar a las fotografías.
Era la rutina de esta mujer, quien debía respetar un estricto horario laboral. “Me daba mucha pena que me señalaran llegadas tardes en la reunión del sindicato”, dice. Para cumplir, se levantaba poco después de las cinco de la mañana, encendía el fogón Picker y adelantaba el almuerzo de los hijos que estudiaban. “Lloviera o tronara, tenía que estar a las ocho en punto”.
“Cuando llegaba, lo primero que hacía era ir al taller, donde se imprimía el periódico. Recogía mis ‘tiliches’ (grabados, fotos) y bajaba para el archivo”, explica y, sin colocar un punto y aparte a la remembranza, habla del día en que se presentó allí el mismísimo primer secretario del Partido en Sancti Spíritus, Joaquín Bernal.
“Estaba de visita en el periódico. Le dije que yo dependía de la dirección, pero me respondió: ‘Usted es la que manda aquí’. Señaló para uno de los gaveteros donde guardaba los periódicos; ‘¿Qué pones ahí?’, preguntó, y dijo después: ‘Eso desaparecerá un día’”. Al decir de Chiquitica, Joaquín avizoraba la irrupción de las nuevas tecnologías que posibilitarían la digitalización de aquellas fotografías y ediciones que ella guardaba con tanto esmero.
Entre los reporteros que acudían al archivo para consultar ejemplares editados, Arturo Chang era uno de los habituales. Para buscarle las cosquillas, ella solía decirle: “Chang, mira que tú fusilas”, y ni corto ni perezoso, él le respondía: “El periodista que no fusile está frito; pero hay que saber hacerlo”.
A Chiquitica, el asma y la artrosis le jugaron una mala pasada, y ya para finales de 1989 se vio precisada a jubilarse. Se iba sin olvidar la ayuda que para ejercer su oficio le brindaron Luis Rey Yero y muchos otros como Israel Hernández. Escambray era su otro hogar. Aquí, José Camellón, con quien estuvo unida parte de su vida, laboró como periodista; su hijo Pepín fungió como fotógrafo, y los demás, Tony fue corresponsal, Nuria auxilió a Gerardo, el corrector, en más de una oportunidad, y José Luis (Pepe) integra nuestro equipo desde finales del siglo pasado.
Nacida y criada en piso de tierra, en Monte Oscuro, de donde sacaban a los enfermos en hamaca hasta Jarahueca, Chiquitica rememora con nitidez la mañana en que le informó a Peláez, el entonces administrador del periódico, que iría a su casa. Todavía Aramís, el director por esa fecha, la anda buscando. Ya lo dije: como dedicada hija que es, por tal de ver a sus padres en el poblado norteño en su otra casa, ella se montaba hasta en el guardafango del jeep que fuera a una cobertura en Yaguajay.
Me ha encantado leer estas remembranzas de la Chiqui, nuestra querida archivera. La recuerdo frágil y dedicada, protegiendose con un pañuelo del polvillo de los periodicos viejos, y preservando cada fotografía, trozo de metal grabafo o ejemplar bajo su guarda. ¡Tenemos que traerla a Escambray!
He publicado un comentario a esta excelente materia, he cumplido con los campos obligatórios, Carlos Alberto de Freitas,pinheiroefreitas@terra.com.br,facebook : Carlos de Freitas, he vivido en Cuba como exilado político 9 años, 9 meses y 4 dias, he vivido en SStus más de 5 años, trabajé en la fundación del Periódico Escambray, que en la fecha de hoy cumple 41 años, y mi comentario fué simplesmente apagado. ? Cuales son las razones de este hecho ? ? Porque lo han apagado ?
Felicidades al colectivo
Gracias Ojito por revelarnos estas confesiones de Chiquitica, madre de nuestros colegas y amigos, parte de la historia de ese periódico que está de cumpleaños. Es una suerte para los espirituanos contar con ustedes que hacen un periodismo diáfano ,claro, reflejando nuestra realidad con todos sus matices. Escambray esun faro para la prensa cubana a pesar de su reducido equipo, demuestran cotidianamente una profesionalidad admirable y digna de imitar. Profundo respeto siento por ese colectivo. Gracias por su entrega.Felicidades!!!!
Maravilla la materia sobre Caridad «La Chiquitita», la compañera, que es más que simplesmente unma esposa del inolvidable Camellón, excelente reportero , y que fungia también como secretario del nucleo del Partido en el Periódico. Lo siento, de verdad, el el » alma » no la haber conocido.Lo que Camellón plantó hoy frutifica en tu hijo, el de ayer, el Camelloncito, que hizo una materia tremenda sobre el tren de Sancti Spíritus, exemplificando como se debe hacer un periodismo crítico y construtivo a la vez.Y voy ahora a comprar una pelea con lo que voy a decir: el Periódico esta en debito con la figura humana y profesional de Carlota Guillot.Por ocasión han publicado una pifia materia sobre su persona, que desmerece a ella como professional, como revolucionaria, pués ha dado su contrubución a los labores de alfabetización, a han escrito que» vivió una vida de novela», por favor…..También como Carida, fuy fundador del Escambray y me acuerdo muy bien sobre los labores en la Biblioteca de SStus, haciendo el periodico a seco con un excelente periodista que vino de Havana, para las clases.Es una estoria que mece ser escrita, y que aún espero ver. No me acuerdo del Archivo, y tampoco sabia que el existe y existia. Me quede muy satisfecho por ver los nombres de los compañeros _ ! si, soy de esta epoca, como noi !-Israel, Yero y el siempre activo Raúl Garcia, así como del Secretario del PCC de la Provincia, Joaquín Bernal, que era mi vecino del fondo de mi casa ( en la epoca era casado con la inolvidable Carlota Guillot). Gracias por el artículo, gracias por recordaciones, y gracias por haber participado de la estória de este Periódico. Carlos A de Freitas,brasileño, que ha vivido 9 años, 9 meses y 4 dias como exilado políticxo en Mi segunda Patria CUBA, y que ha tenido la suerte xde vivir en esta ciudad de SStus durante casi 5 años. ( Aguardo una reposta de los compañeros citados en el comentario)