El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, exhortó este lunes al Ministerio de Economía y Planificación a conducir la actividad de manera innovadora y a estudiar la participación y el aporte de todos los actores de la sociedad.
El mandatario, cuyas declaraciones acontecieron durante la clausura del balance de trabajo realizado en ese organismo en 2019, se refirió igualmente a la necesidad de laborar en pos de un ejercicio planificador que tenga en cuenta la adecuada relación entre centralización y descentralización en los procesos económicos-financieros.
Asimismo, Díaz-Canel ponderó que en medio de una tensa situación, donde la entronización del bloqueo estadounidense busca perjudicar las transacciones financieras de la isla y privarla de combustible, se trabaja en ese organismo en una serie de propuestas en relación con el mejoramiento de la empresa estatal y la planificación.
La misión fundamental de la entidad, remarcó, es la planificación estratégica económica y social del país hasta 2030, lo que aportará un enfoque prospectivo.
Justo en el aspecto relacionado con la planificación, el debate suscitado en la reunión puso particular énfasis.
En este punto, el ministro de Economía, Alejandro Gil, reveló que aunque Cuba no renuncia de ningún modo a la planificación centralizada, este aspecto no debe ser sinónimo de emitir indicaciones indiscriminadamente a las empresas estatales.
Gil sostuvo que se avanza hacia una fase más integral en la elaboración del plan económico que resulte menos detallista.
El plan debe ser menos abarcador y establecer prioridades, dijo, al tiempo que estimó que esta herramienta posee en su formación un componente importador todavía muy grande para un país con un potencial productivo que aún no se explota suficientemente.
Según Gil, este instrumento debe convertirse en un ente dinamizador de la economía capaz de liberar las fuerzas productivas.
El funcionario consideró que la actividad empresarial, al ser la que genera las riquezas, es fundamental.
Debemos procurar que los ingresos fundamentales provengan de la actividad productiva, opinó.
Se abogó entonces, en medio del debate, por un tratamiento diferenciado a un grupo de empresas, sobre todo a aquellas que tributan a las exportaciones y contribuyen con los principales indicadores productivos.
De acuerdo con el informe elaborado por el ministerio, a pesar de que ya se destinan más de 240 millones de dólares a financiar producciones que antes se compraban en el exterior, todavía se reportan capacidades disponibles en la industria nacional e importaciones de renglones que el país puede asumir.
Además, de cara al trabajo que se realizará en 2020, esclarece el documento que están identificadas las medidas para potenciar a la empresa estatal socialista y se trabaja en un grupo importante de asuntos que hoy constituyen trabas a su gestión y a la economía en su conjunto.
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