En el tablero económico de Cuba la exportación será siempre una de las jugadas principales para encontrar la respiración financiera que ofrezca vitalidad a la nación; es como una partida imposible de esquivar, aunque haya que sortear obstáculos, trabas y riesgos. De ahí el dinamismo concedido a los rubros exportables, sobre los que descansa en buena medida el andar diario del país y su desarrollo.
Siguiendo esa pauta y, además de buscar el afianzamiento de los productos tradicionales, Sancti Spíritus identifica nuevas oportunidades de bienes y servicios que brotan de las potencialidades locales y comienza a dibujar una oferta exportable que inscribe en la actualidad 22 renglones y se desplaza a una cartera superior a los 70 surtidos, entre las fases de consolidación, desarrollo y fomento.
La actividad tiene arraigo en un territorio con vocación productiva para sostener a lo largo de varios años producciones y envíos, principalmente de azúcar, alcoholes, ron, miel, tabaco, café, langosta, camarón, otras especies acuáticas y chatarra.
De cara al reimpulso de la actividad, Sancti Spíritus trabaja en la localización de bienes y servicios que, más que ensanchar el horizonte económico, revela la necesidad de transformar la mentalidad, incorporar conocimientos y dominar un escenario casi virgen o poco conocido para muchos recursos humanos.
OPRTUNIDADES A ESCALA LOCAL
Identificar la oferta exportable de bienes y servicios, impulsar la sustitución de importaciones, la inversión extranjera y ubicar nuevas oportunidades definen líneas principales de trabajo en el territorio, destacó Ignacio Pérez González, jefe del Departamento de Comercio Exterior, Inversión Extranjera, Colaboración y Relaciones Internacionales, estructura creada a inicios de año por acuerdo del Consejo de Ministros, adscrita al Gobierno Provincial, y que cuenta con un representante en cada municipio.
“Se busca facilitar el trabajo a partir de verlo todo desde la óptica del desarrollo local, pero no andamos a ciegas, se sabe por donde caminar y la provincia enseña resultados en un grupo de productos, pero tenemos capacidad para ampliar la exportación de bienes y servicios. En la nueva proyección se hace mucho énfasis en la calidad, los parámetros de cada surtido y la inocuidad, porque sube la exquisitez en el mercado y se vuelve una obligación certificar los rubros con la máxima calidad,”, detalló Ignacio Pérez.
“Una actividad donde existe potencial es en la exportación de servicios, algo que se expresa en el área postal y en la universidad, pero el campo de desarrollo en este frente es alto a raíz de las oportunidades y del capital humano disponible”, expresó.
“Como territorio, estamos en una fase de despegue en un momento en que se aprecia interés por la actividad, mayor familiarización y vinculación en la proyección de desarrollo, comienza a verse como una prioridad en cada lugar y sobresalen sectores como la Pesca, Emprova, la Agricultura, Azcuba y la Industria Alimentaria”, detalló.
“Por delante tenemos un trabajo grande a realizar en la capacitación y preparación del capital humano a todos los niveles para llegar a dominar las reglas e interioridades del Comercio Exterior”, afirmó.
LOCOMOTORA DE LA EXPORTACIÓN
La Agricultura espirituana figura entre los sectores líderes del territorio en materia de exportación con cinco renglones estabilizados, aunque han tenido sus altas y bajas: tabaco torcido y en rama, miel de abeja, carbón vegetal y café, precisó Leonel Valdivia Hernández, Comercial de la Delegación Provincial de la Agricultura en Sancti Spíritus.
Se trata de un sector urgido de incrementar la producción y diversificación de productos de calidad para responder a la demanda interna y poblacional, pero igualmente, a la luz de las nuevas oportunidades varias entidades, comenzaron a concretar envíos a la Zona Especial de Desarrollo Mariel, un comercio favorecido por efectuarse dentro del territorio nacional y que comienza a dejarles parte de los ingresos a los productores en virtud de las transformaciones introducidas en la actividad en aras de facilitar la sostenibilidad y el desarrollo productivo.
“La estrategia es mantener esos cinco rubros, hoy algunos como la miel y el carbón vegetal presentan atrasos en el cumplimiento de la exportación; por ejemplo, en el carbón es porque por el impacto de la pandemia no ha habido a quién vendérselo, pero están listos en almacén para exportarse 32 contenedores —alrededor de 150 toneladas—, al margen de que este año se han vendido unas 500 toneladas más que en igual etapa anterior”, explicó la fuente.
En el caso de la planta de beneficio que acopia la miel de la región central —añadió—, tuvo una afectación por envase en los primeros meses del año, “ya está resuelto el tanque y comienza a recuperarse el atraso productivo”, detalló.
La Agricultura incorporó otros siete surtidos de alimentos a la cartera exportable del territorio, que tienen en el Mariel uno de los principales mercados, al cual han concurrido las empresas Valle del Caonao, Obdulio Morales, Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro y Frutas Selectas, entidad esta última que también realizó ventas a cruceros que atracaron en Cienfuegos y Casilda. “Esta área del turismo revela potencialidad de cara al futuro”, acotó la fuente.
Tal vez la mayor novedad radica en que Sur del Jíbaro trabaja en la conformación del expediente para convertirse en una empresa exportadora, infraestructura que ensancharía el horizonte exportador de la rama y el territorio; “pensamos que antes de cerrar el año esté dando los primeros pasos como polo exportador de Sancti Spíritus”, subrayó el directivo.
“Lo que se quiere es hacer sostenible la exportación y para eso parte de la divisa tiene que llegar al productor para que pueda retroalimentarse, mantener la producción y los encadenamientos productivos y de logística propios de este giro; por ejemplo, de cada USD vendido en el Mariel, el 50 por ciento retorna a quien lo exportó. En resumen, la Agricultura está en la fase inicial de un gran proceso de trabajo que, excepto en los rubros tradicionales, implica prácticamente empezar de cero”, destacó Leonel Valdivia.
CONFECCIONES CONAT AL MERCADO
Si se quiere un ejemplo de que en materia de localizar nuevos fondos exportables las potencialidades son reales, bastaría conocer la oferta que ha conformado la Empresa Provincial de Producciones Varias —Emprova—, no solo en cuanto a variedad de surtidos e identificación de oportunidades, sino desde el interés dado a la actividad, al punto de figurar como la única entidad espirituana de subordinación local insertada a la exportación.
Alberto Rodríguez Pérez, director de la empresa —en el argot comercial conocida como Confecciones Conat—, reconoció que el arraigo del colectivo en las producciones manufactureras sentó las bases para las nuevas confecciones, que han encontrado en la Feria Internacional de Artesanía de La Habana la puerta de conexión a la hora de identificar clientes, intencionar contratos y articular negocios.
Por ese camino Conat ha logrado este año exportar e ingresar por concepto de carbón vegetal y otros recursos naturales unos 58 000 USD, finanzas que sirven para respaldar el fomento y desarrollo de productos como los colchones, pinturas plásticas, paneles prefabricados para estructuras de viviendas y juegos de sábanas.
“Determina mucho el deseo de hacer, de buscar el desarrollo, que la entidad no se quede estancada porque corre el riesgo de que nadie la reconozca, se trata de estar a tono con el momento y, como se dice en buen cubano, somos unos frescos, pero ese atrevimiento es lo que nos ha llevado a la exportación con muy buenas perspectivas”, subrayó Alberto Rodríguez.
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