El histórico dirigente del partido español Izquierda Unida (IU) Julio Anguita falleció hoy a los 78 años en la sureña ciudad de Córdoba, una semana después de sufrir un paro cardiorrespiratoria en su casa.
Anguita ingresó el pasado 9 de mayo en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Reina Sofía de esa urbe, ubicada en la región de Andalucía, tras ser internado en estado crítico a causa de un paro cardíaco.
No era la primera vez que el político y referente de la izquierda sufría problemas del corazón: en plena campaña electoral de 1993 padeció un infarto en Barcelona y otro en Córdoba cinco años más tarde, además de una angina de pecho en 2009.
Nacido en 1941 en Fuengirola (Málaga), en 1972 se afilió al entonces clandestino Partido Comunista de España (PCE), todavía en tiempos de la dictadura del general Francisco Franco (1939-1975).
Ya en democracia fue alcalde de Córdoba en 1979, reelegido en 1983, y varias veces diputado regional de Andalucía y del Congreso de los Diputados de España.
En febrero de 1988 fue nombrado secretario general (máximo dirigente) del PCE y al año siguiente se puso al frente de IU, en ambos casos en sustitución de Gerardo Iglesias.
Como líder de la coalición de izquierda, obtuvo su escaño en el Congreso de los Diputados durante los comicios de 1989 y mantuvo su escaño en la Cámara Baja hasta el año 2000.
Al mando de Izquierda Unida, consiguió los mejores resultados electorales de la formación en 1996, cuando conquistó el 10 por ciento de los votos y 21 representantes en el Parlamento.
Se mantuvo como secretario general del PCE hasta 1998 y fue varias veces coordinador federal de IU, una coalición de partidos con la que fue candidato a la presidencia del Gobierno español.
Licenciado en Historia Moderna y Contemporánea, Anguita abandonó en 2000 la política activa.
Con la crisis económica de 2008, que él profetizó de una u otra manera en numerosos escritos y entrevistas, su figura volvió a ser reivindicada por periodistas y politólogos, algunos incluso desde las antípodas ideológicas.
Republicano convencido, Anguita se convirtió durante aquellos años en consejero espiritual y el espejo en el que se quiso mirar la nueva izquierda surgida tras el Movimiento 15-M o de los Indignados, en 2011.
En esa última etapa, se posicionó varias veces a favor de la coalición de IU y el partido antiausteridad Podemos, alianza forjada más tarde con el nacimiento de la actual Unidas Podemos.
Lo hizo siempre bajo una coartada intelectual, manteniendo un papel reflexivo, crítico y analítico, el mismo que impulsó desde movimientos como Frente Cívico y el Colectivo Prometeo, subrayó este sábado el diario Cordópolis.
Las claves de su pensamiento estaban casi siempre en el análisis histórico desde una perspectiva marxista. Buscaba siempre una solución concreta para un problema concreto y sus augurios, ya fueran económicos, sociales o políticos, se cumplían con asiduidad, subrayó la publicación digital.
Cuando un politico es reconocido y respetado por sus adversarios, es porque tiene calidad humana y decencia politica. Desde Ines Arrimadas, de Ciudadanos, hasta Pablo Casado del PP, han alavado la figura de Anguita porque tendio puentes con adversarios por el bien de Espana y siempre busco la concordia entre todos los espanoles. Dice el Alcalde de Cordoba, del PP ( partido de derecha ) que «Julio Anguita fue toda su vida un hombre profundamente austero, integro y coherente: penso, hablo e hizo siempre lo mismo, en lo que creyo».
Y hoy leyendo la prensa espanola, veo que ha sido justa y generosa al reconocer el inmenso legado que deja «el profesor Anguita ( tenia una LIcienciatura en Historia Moderna y Contemporanea ) . Prensa de derecha, de centro y de izquierda al unisono y alineada en un homenaje postumo al profesor cordobes y militante comunista de toda la vida.