El martes 24 de marzo, mientras caminaba hacia el trabajo, miré desde la Avenida de los Mártires a la intersección de las calles Martí y Hernández Laborí, de la ciudad de Sancti Spíritus, con la intención de valorar la posibilidad de comprar cloro. Vi la multitud allí reunida y desistí, sin acercarme. Me he dicho desde que si comprar algo implica sumergirme en esos tumultos que suelen crearse para productos de alta demanda, opto por quedarme sin ellos.
Este miércoles decidí priorizar el cloro. Se necesita para preparar la solución con que uno debe, en tiempos inciertos, desinfectarse las manos y limpiar las superficies. Ya se sabe que el SARS-CoV-2, causante del coronavirus más viajero y dañino que se haya conocido hasta el momento, se desintegra bajo el efecto del jabón y del cloro, productos a los que algunos especialistas agregan el agua oxigenada, a una determinada concentración.
En la tintorería de la citada esquina, uno de los 27 puntos habilitados en la provincia con tal fin, efectivamente, expendían cloro al 1 por ciento. Apenas me vio, un espirituano que conoce mi oficio relató sus vicisitudes para “empatarse” con el renglón. Había caminado media ciudad y en la tienda de materiales de la Construcción de Carretera de El Jíbaro, otro de los sitios donde presumiblemente habría, dijo, no estaba en expendio.
“Ella es periodista”, comentó mientras me disponía a fotografiar la multitud, respetuosa de las distancias, que, sentada o de pie, aguardaba su turno. Y ahí mismo comenzaron las sugerencias: diga que hay una sola persona vendiendo, y que la cola llega hasta la otra esquina; ponga que ayer vinimos y tuvimos que irnos, porque se acaba enseguida; escriba que ahorita paran, porque tienen que preparar de nuevo el tanque, que es de poca capacidad.
Observé, indagué y supe que, efectivamente, quedaba poco cloro del preparado para vender. Reiniciar la venta, según me informaron los responsables del expendio, tomaría dos horas o más, porque se precisaba rebajar el cloro, que reciben al 5 por ciento, y dejarlo reposar un rato.
En el interior del local reinaba el orden y el trabajador que cobraba, tapaboca y guantes de por medio, señaló el cartel en la puerta, que resulta visible solo cuando la misma está cerrada. Un litro por persona, rezaba el texto. “Pero vendemos hasta 5, no más que eso, porque hay quienes tienen varios consumidores en el núcleo”, añadió.
Saqué la cuenta. El recipiente donde tienen el cloro preparado posee una capacidad de 150 litros. Si cada cliente adquiere 5, alcanza solo para 30 personas. Por ello “vuela”, aunque allí aseguraron que hay quienes solicitan solo 1 o 2 litros. De acuerdo con lo informado por Ariel Fernández, director del Grupo Empresarial de Comercio en la provincia, “está orientado el expendio de solo un litro por consumidor, previa presentación de la libreta”. Al conocer dicha irregularidad, aseguró que sería corregida de inmediato.
Según el propio directivo, hay nueve puntos en la cabecera provincial: Lavatín de Garaita, Tintorería de calle Martí, Tienda de materiales de Carretera de El Jíbaro, Camino de las Cañas, Supermercados de Olivos I, II y Camino de la Habana, Plaza de Jesús y Managuaco.
Los restantes se distribuyen por los demás municipios: tres en Yaguajay, dos en Cabaiguán, Fomento, Taguasco y Jatibonico; uno en La Sierpe y seis en Trinidad. “Se tomarán otras medidas de regulación y control, en cumplimiento de lo indicado por la máxima dirección del país”, había asegurado la propia fuente en el programa especial de Centrovisión Yayabo transmitido en la tarde del martes, a propósito de la compleja situación que enfrenta el país.
Este miércoles yo decidí marcharme sin comprar cloro, porque seguir intentándolo implicaría dejar de cumplir mis numerosos compromisos laborales, dirigidos, entre otros fines, a orientar a la ciudadanía respecto a las medidas a cumplir. Y ya lo ha dicho la máxima dirección del Consejo de Defensa Provincial, que lleva ahora las riendas de la situación: no basta con que se orienten las acciones; hace falta, además, que cada quien las cumpla como está establecido.
Por eso regresé a Escambray sin el producto que fui a comprar, pero aun así llegué cargada. Canalizar las inquietudes de quienes nos abordan y confían en la prensa es, también, una de las funciones que en esta publicación cumplimos con gusto.
? Oye, lo que tengo a preguntar no tien nada con esto, pero es para saber donde esta el reportero Camellón, aquel que hizo la materia sobre el tren de Sancti Spíritus ? ?Hace tiempo chico que no veo sus materias ? ?Que pasa ?
vas bien periodista, razón tienen, en lo que respecta a esos directivos tal parece que las medidas que ha dictado nuestro Gobierno no son para ellos, las medidas estan lo que hay que cumplirlas y controlar por parte de los directivos y especialistas que tienen hacerlas cumplir y que no nos tiemble la mano, esta en juego la salud de nuestro pueblo, sigan asi compañeros periodistas, y como dice el comentarista Legañoa la verdad necesita de nosotros
Periodista preparate para la venta de papa, en los mismos puntos del año anterior, que aqquello era un amultitud de personas, los directivos de la provincia no se han percatado que la ssituación actual no se parese en nada al año pasado. Nuestro presidente orientando evitar concentraciones de personas, facilitarle al pueblo la vida, pero aqui los que toman decisiones no se percatan de eso. Pra ellos es mehor ahorrar un poco de combustible, que distribuir la papa por bodegas, eso evita los molotes tan dañino en tiempos de COVID-19. Parese que comercio y acopio hacen lo que les da la gana y más nadie ve el problema ni toma decccisiones al respecto. Esspero que usted perioddista pueda a tiempo llamar la atención sobre el tema que se avecina ( La Papa ) paara ver si alguien la escucha. Gracias
Al vender más cloro por persona, trabajan menos horas.
Es como reza el refrán: «Verde con puyas, guanábana». Hay que distribuir este y otros tantos productos que actualmente busca la población en más lugares. Aquí en la cabecera provincial se requiere de por lo menos 4 sitios más y que sean céntricos.
Lo mismo pasa con la venta de Pollo, Aceite, Detergente, Jabón, Pasta de dientes, etc.
Así no nos estamos cuidando. Y ahora es cuando es menester tomar estas medidas que aseguren el aislamiento social. Luego ya será tarde.
Slds,