Desde las seis de la mañana comienzan el ajetreo, los ruidos y las mandarrias, junto al deslizar de la grúa por todo el “terraplén”, un improvisado camino por donde transitan los elementos más pesados. Es el mundo de las estructuras prefabricadas: registros circulares, paneles de pared y losas de techo, columnas y vigas para cualquier tipo de edificación, contenes, pedestales, lavaderos, mesetas, básculas para molinos de arroz y vasos de cimentación, entre otras vitales para cualquier construcción.
Todo ello está muy lejos del deterioro tecnológico que exhibía la Planta de Prefabricado y Premezclado Gran Panel VI en Sancti Spíritus, que en aquel entonces acumulaba, además, cifras millonarias de producción terminada donde se invirtieron toneladas de concreto y acero.
Es historia pasada para la Unidad Empresarial de Base, perteneciente a la Empresa Nacional de Prefabricado y Premezclado, la cual cuenta con ocho entidades productivas disgregadas por la provincia y que en algo más de un año ha sido capaz de reanimar un plantel industrial que se dedica, fundamentalmente, a la elaboración de elementos para viviendas de los sistemas constructivos Gran Panel IV y VI, Sandino, viguetas y tabletas, elementos de la tipología Girón, bloques de hormigón, y elementos prefabricados para organismos como Recursos Hidráulicos, Turismo, Agricultura y Educación, entre otras inversiones, lo cual ha conllevado incrementos productivos sin precedentes cercanos.
RESURECCIÓN NECESARIA
Muchas cosas cambiaron dentro de esa industria en algo más de un año. De aquel inmenso patio inerme —un rastro lleno de elementos con una utilidad casi nula— no queda casi nada desde que el pequeño colectivo se empeñó en levantarse para darles uso a los cientos de elementos que ahí se fabrican.
A pesar del déficit de combustible que golpeó durante todo el 2019 y el fantasma de los incumplimientos de años anteriores, junto a otras debilidades relacionadas con la falta de áridos y cemento, el colectivo consiguió lo que era poco probable: el logro de una producción bruta de más de 9 398 000 pesos, ventas netas de 9 734 000 pesos y una utilidad del 137 por ciento.
El estreno como director ha sido todo un reto para el ingeniero Divanis Manuel Rodríguez Gutiérrez, al frente de la Unidad Empresarial de Base espirituana que confió en constructores y operarios de larga trayectoria en el sector.
“Ha sido un año crítico, pero se pudo salir adelante y hemos mantenido la planta con una producción que hace tiempo no se lograba al punto que se cumplió el plan de producción del año. Corrimos horarios en busca de mejor eficiencia energética en una etapa donde lo más distintivo fue la reanimación de plantel industrial junto al aporte de los trabajadores”, detalló Divanis.
Para Miguel Ramírez, jefe técnico de la UEB, lo más significativo es que ha cambiado el ánimo de los hombres que comanda, quienes pretenden incrementar la producción diaria, de manera que sea equivalente a cuatro casas por jornada.
“Los resultados han sido enormes, pero han mejorado mucho las condiciones de trabajo y se logró mantener unido a los 62 trabajadores. Tenemos capacidad para producir cuatro viviendas diarias y de haber tenido estabilidad en el abastecimiento de arena y otros áridos los incrementos hubieran sido superiores”, puntualizó Ramírez.
PANELES QUE SON VIVIENDAS
Los operarios no se paran, la grúa continúa su desplazamiento de un lado a otro; por allá se funden viguetas y algunos les dan terminado a grandes paneles para el proceso de secado mientras que en una nave más alejada hacen lo suyo operarios como Mayda Álvarez Rodríguez, una mujer que como nadie sabe enlazar cabillas justo a la medida.
A juicio de Yumar Martel Hernández, el secretario de la sección sindical, no fue fácil empezar de cero. “Es complicado porque esta era una empresa que pertenecía al Micons y tuvimos que adaptarnos a nuevos métodos. Ha sido un año complicado por el déficit de materia prima, con situaciones por resolver todos los meses, pero aun así fue mejor que etapas anteriores porque la gente cobró el salario sistemáticamente y, a pesar de las severas restricciones, recibieron estimulación todos los meses”, explicó Yumar.
“Si algo ha sido distinto y resulta de las cosas más importantes es que la fluctuación laboral es muy baja, de 1.50 por ciento, con un índice de ausentismo de 1.42 por ciento, lo cual dice mucho de lo que se ha hecho en materia de atención al hombre. Por otra parte, la reanimación de la planta se realizó sin que se recibiera una pieza del exterior, pero las grúas, concreteras y el resto del equipamiento siguen funcionando gracias a la labor de los aniristas”, comentó Divanis mientras continuaba desandando el camino del año que recién finalizó.
La reanimación de la vieja industria con más de 30 años de uso diario estimuló, además, la creación de los innovadores que presentaron a los diferentes fórums 76 trabajos con más de 320 soluciones a programas priorizados del país.
“El futuro es seguir entregando recursos para construir. Tanto es así que desde que cerró el año se guardaron en patios las primeras 12 viviendas con destino a Yaguajay. Los proyectos incluyen el seguimiento a las pruebas de laboratorio para la fabricación de LC3, un tipo de cemento, junto a un aditivo que sustituye importaciones, así como el montaje de una planta para fundir piezas de la modalidad Sandino en la cantera Nieves Morejón”, agregó el director de la UEB.
Es un hecho que de la Unidad Empresarial de Base de Prefabricado y Premezclado espirituana dependen todas las viviendas que se levantan en Sancti Spíritus y parte de las de Villa Clara, Matanzas y La Habana y hacia esos destinos produjeron el pasado año 10 899 metros cúbicos de hormigón premezclado y 5 588 metros cúbicos de hormigón prefabricado.
Quizás por ello no resulte pretencioso escuchar a cada paso el slogan que llevan como premisa: “Se puede construir porque nosotros estamos ahí”.
Con esta nueva estructura tenemos la confianza de que las cosas vayan mejorando, muchas de ellas dependen del factor humano y esas estarán garantizadas porque el factor humano que nos une nos da la confianza para trazarnos las metas que podamos cumplir y más, otros factores que dependan de los abastecimientos de las industrias que deben tributarnos materias primas y lo evidente afectado por el bloqueo se sortearán con la inteligencia y la picardía para lograr el éxito, hoy nuestro diseño administrativo y productivo nos hace más eficientes y eficaces porque pensamos como país, como pide el presidente, como los constructores de esta revolución.