Todas las heridas que dejó la tormenta tropical en suelo espirituano duelen y recaban atención, pero el azote de las torrenciales lluvias al sector agrícola puede considerarse entre los más dañinos si tomamos en cuenta que se afectaron renglones determinantes en la alimentación del pueblo.
Sin conocer todavía la magnitud exacta de los perjuicios, ya que en no pocas zonas las condiciones de humedad impedían siquiera entrar a los campos a mirar si algo quedó, la evaluación preliminar del sector sí coincide en que los cultivos de tomate, pepino, plátano, frijol, boniato, cebolla, yuca y arroz presentan las mayores afectaciones.
Juan José González Nazco, delegado de la Agricultura en Sancti Spíritus, precisó a la prensa que entre los daños estuvo la paralización de las cosechas de arroz y café. Además se frenó el acopio de leche para la industria, al tiempo que muchas áreas en zonas bajas se inundaron.
Directivos y especialistas de la rama han anunciado también afectaciones en las plantaciones de tabaco, tanto de sol en palo, como tapado, así como en los semilleros; los cultivos de hortalizas y vegetales tampoco escaparon del impacto de las intensas lluvias; al tiempo que la recolección de café requerirá un empuje particular para aprovechar la acelerada maduración provocada por las precipitaciones, sobre todo en la variedad arábico.
El hecho de que el evento llegara en plena campaña de siembra de frío hace más notable la afectación porque en las sitierías había ahora plantaciones de yuca y boniato que en muchas partes quedaron ahogadas por las aguas, amén de cultivos que transitan por su época idónea como el fríjol, el tomate y la cebolla, todos sensibles ante chaparrones de agua como los asociados al paso de Eta.
Ante tal panorama la Agricultura prevé la estrategia de plantar vegetales de hoja en busca de una respuesta alimentaria rápida, a la vez que se sopesan alternativas y proyecciones para reponer siembras y cultivos en la medida que las condiciones de los suelos y la disponibilidad de la semilla lo permitan.
Las lluvias igualmente dejaron su huella en la rama azucarera, sobre todo en las plantaciones de cultivos varios del sector y en los cañaverales, según lo confirmó a la prensa Aselio Sánchez, director de la Empresa Azucarera Sancti Spíritus.
“Tenemos 6 068 hectáreas acamadas y de las más de 4 900 que se reportaban inundadas ya se han drenado unas 1 400. La siembra de caña la reanudaremos desde que los equipos puedan entrar a los campos”, detalló Aselio Sánchez.
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