Los 32 125 enfermos de COVID-19 detectados hasta este martes en Bolivia y los médicos contagiados causaron el colapso o cierre de unos 20 de los 34 hospitales de tercer nivel del país, denunciaron fuentes del sector.
El creciente aumento del número de enfermos (601 de ellos reportados esta jornada) y los 1 071 muertos registrados desde que comenzó la pandemia “pusieron en terapia intensiva al sistema de salud de Bolivia”, añadió el líder del Sindicato de Ramas Médicas de Salud, Fernando Romero.
Según la fuente, algunos centros asistenciales cerraron sus atenciones externas debido a la falta de espacio, la mitad del personal médico se contagió también con el SARS-CoV-2 y al déficit de insumos de bioseguridad y equipamiento.
“Más de 300 colegas se enfermaron y hay que cerrar por un par de días para hacer una desinfección de alto nivel, además de reemplazarlos con otros, por lo que también se necesita de más contratos”, explicó el dirigente.
De acuerdo con Romero, los hospitales centinela y de referencia se abarrotan por la gran cantidad de contagiados, “pero además la infección se extiende a otros centros de salud que no estaban destinados a combatir esa enfermedad”.
Entre los centros cerrados figura el capitalino Hospital del Tórax, que recesó hasta que existan condiciones necesarias de bioseguridad, tras la confirmación de ocho casos, siete médicos y una enfermera que dieron positivo.
También el Viedma, de Cochabamba, dejó de atender porque al menos 90 de sus trabajadores se pusieron en riesgo al contactar con pacientes positivos que fueron atendidos en salas comunes por dar inicialmente negativo en los exámenes.
El Boliviano Holandés, de El Alto, suspendió las consultas externas luego de confirmarse 36 contagios entre el personal sanitario, mientras el de Clínicas, de La Paz, informó que, debido “al incremento de personas infectadas”, se suspendieron las “consultas ambulatorias”.
Los médicos del capitalino Hospital del Niño cesaron las consultas externas y reforzaron el área de emergencias para “precautelar la seguridad” de los pacientes y del personal sanitario.
De acuerdo con otros representantes del sector de la salud, pese a la alerta nacional, el gobierno de facto habilitó los centros centinela y de referencia con una visible carencia de equipos, insumos y personal.
Romero opinó que el ejecutivo tuvo un error de planificación, al dar como suficientes los hospitales dedicados a la pandemia, pero estos fueron rebasados y a la población no le quedó otro remedio que ir a otros.
Por ejemplo, a centros como el Hospital de la Mujer llegan mujeres embarazadas con la COVID-19, y llamas a los hospitales centinelas y no hay camas, precisó el sindicalista.
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