En lo que puede considerarse un servicio inédito en sus más de 40 años de explotación, el hotel Zaza funciona desde hace varias semanas como centro de aislamiento para que el personal de Salud que trabaja en el enfrentamiento a la COVID-19 en diversas instalaciones espirituanas cumpla su período de cuarentena según estipulan los protocolos sanitarios.
Aún sin el esplendor de sus mejores tiempos y, a la espera de una inversión necesaria que le devuelva los estándares de la operación hotelera, el Zaza demuestra versatilidad a la hora de organizar y brindar un servicio bien diferente a su perfil turístico porque la mitad de la planta habitacional —60 cuartos aptos para explotar de los 120 de capacidad total— está declarada Zona Roja y los exclusivos huéspedes permanecen a tiempo completo en las habitaciones.
Según confirma a Escambray Marilyn Inerárity Gómez, directora del hotel perteneciente a la cadena Islazul, ya han recibido tres rotaciones de profesionales de la Salud —casi 240 hasta el miércoles— y tienen programada otras dos entradas en diciembre, como quiera que es hoy la instalación en función del aislamiento del personal sanitario que trabaja con los pacientes de la COVID-19.
“Ha sido una experiencia única y ha conllevado esfuerzo del colectivo porque es una labor continua sin días francos, se han dispuesto las medidas para este trabajo según los protocolos de la COVID-19, tenemos que cuidarnos nosotros, cuidarlos a ellos y, menos la atención médica que corre a cargo de profesionales de la Salud, brindarles en la propia habitación los demás servicios de alimentación e higiene; hasta ahora todo ha salido bien, no solo porque ningún paciente ha dado positivo, también en el plano económico, ya que el hotel estaba cerrado”, señaló.
Belkis Armas Pérez, enfermera en el centro aislamiento, avaló el funcionamiento del hotel. “El Zaza favorece este trabajo porque hay más capacidad, reúne mejores condiciones para delimitar la Zona Roja, y otros espacios y que estos profesionales se mantengan en las habitaciones que es el objetivo de la cuarentena”, precisó.
Yoandy Nerey Carriles, especialista en Medicina General Integral de primer grado y al frente de la Zona Roja, destacó la pesquisa diaria y el cuidado que le garantizan al personal que pasa por el centro de aislamiento. “Se les hace el PCR al noveno día, todos han sido hasta ahora negativos y ha prevalecido la disciplina”.
Para la doctora Ailenis Bernal Álvarez, recién graduada y luego de atender contactos de casos positivos en la instalación de Campismo Planta Cantú, la estancia en el Zaza requiere un comportamiento profesional “porque si cuando trabajamos les exigimos a los pacientes que no pueden salir de la habitación, ¿cómo nosotros ahora en calidad de pacientes vamos a incurrir en indisciplina?, tenemos que dar ejemplo y ser responsables”.
La cuarentena permitió a la licenciada en Enfermería Miriam Parra Alomá conocer el hotel Zaza. “Nunca había estado aquí, tampoco imaginé pasar un aislamiento en un hotel de turismo, estoy muy agradecida del trato y las atenciones que tenemos aquí”, expresó.
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