A pesar de que algunos puntos de la geografía espirituana mantienen limitaciones con el suministro de agua y problemas con las fuentes de abasto, en la provincia tienen lugar inversiones que superan los 21 millones de pesos.
Según detalles ofrecidos por Genrry Muro Ulloa, al frente de la Dirección de Inversiones en el Instituto de Recursos Hidráulicos (INRH) en Sancti Spíritus, aunque los trabajos abarcan importantes obras como la terminación del acueducto de Jatibonico y el programa de presas y alcantarillados correspondiente a la Vivienda, la inversión más importante es la Rehabilitación Integral del Acueducto de Trinidad con 14 millones de pesos para ejecutar durante el 2020, de los cuales se han materializado 9 millones.
De acuerdo con el directivo, la obra presenta atrasos en el cronograma debido a las limitaciones por la COVID-19 y el déficit de materia prima para la fabricación de las tuberías, entre otras causas. No obstante, aclaró, actualmente se trabaja en la conductora que abastece a los hoteles ubicados en la península de Ancón y se comenzaron las labores en el Circuito No. 11, donde se reforzó la fuerza de trabajo con la incorporación de la Empresa Constructora de Camagüey, en aras de que la inversión mantenga un ritmo constante.
A pesar de años de trabajo, financiamiento y nuevas conductoras, todavía una buena parte de los trinitarios sufren las consecuencias de la falta de agua, algo que, a juicio de Muro Ulloa, está relacionado con las pérdidas en redes que están en mal estado en varias calles de la ciudad y el déficit de las fuentes de abasto, para lo cual habrá que aumentar las bombas en los pozos de Santiago Escobar-Las Piñas, algo que será para el próximo año.
La obra está al 60 por ciento de ejecución, explicó Genrry, y se pretende concluir en el 2021, en dependencia de la disponibilidad de todos los recursos que demanda una construcción multimillonaria como esa.
En relación con el acueducto de la Jatibonico, precisó, se trabaja en la fase de prueba de las redes en aras de corregir salideros en interconexiones, pero algunos atrasos de terminación han hecho prorrogar la puesta en marcha hasta diciembre.
El empeño por convertir la derivadora El Patio en una presa, transformación que en valores supera los 9 millones de pesos, también ha tenido sus baches por afectaciones de combustible y acero. No obstante, aclaró el directivo, el aliviadero está casi terminado y faltan el puente peatonal, la casa de explotación y labores de movimiento de tierra para concluir una obra de importancia estratégica para la irrigación de las plantaciones cañeras de la zona que tributan materia prima al central Uruguay.
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