La tormenta tropical Eta, cuya influencia se hizo sentir en la región central de Cuba durante varios días, pasará a la historia de Sancti Spíritus por esas lluvias que empaparon todos los rincones de este territorio, provocaron crecidas antológicas en la mayoría de los ríos y dejaron chiquitico aquí el promedio de lluvias que habitualmente registraban los meses de noviembre.
Según el documento Historia de la situación hidrometeorológica durante la tormenta tropical Eta, elaborado por la Delegación de Recursos Hidráulicos para dejar constancia de lo sucedido, las precipitaciones ocurridas significan más del 430 por ciento de la media de ese período al sumar una lámina de casi 270 milímetros solo entre las jornadas del 5 y el 10, cuando normalmente en los 30 días del mes solo se registraban 62.5 milímetros.
Las láminas de precipitaciones más significativas se ubicaron en Trinidad, Jatibonico, Fomento, Sancti Spíritus y La Sierpe, mientras que en Cabaiguán y Yaguajay los acumulados resultaron ligeramente menores, pero implicaron de igual forma que esos territorios también se empaparan en apenas 72 horas.
Según la red de 47 pluviómetros dispersos por buena parte de la geografía espirituana, los lugares donde más llovió durante el tránsito de la tormenta fueron: Manaca Iznaga (467 milímetros), Topes de Collantes (453 milímetros), Méyer (448 milímetros) y la derivadota Sur del Jíbaro (437 milímetros).
Pero no se quedaron muy atrás otros lugares donde estos aparatos reportaron precipitaciones por encima de los 300 milímetros: Caracusey, aliviadero del Cayajaná, Trinidad, Guasimal, Iguará, La Sierpe Vieja y presa La Felicidad.
Otros 24 pluviómetros dieron cuenta de acumulados superiores a los 200 milímetros durante estos días tormentosos y los registros puntuales más altos en 24 horas se localizaron en: Topes de Collantes, donde cayeron 306.4 milímetros el día 9 y la derivadora Sur del Jíbaro (304.9 milímetros) en la jornada del 7; mientras que las presas La Felicidad y Dignorah, así como los poblados de Méyer, Trinidad y Caracusey, cayeron más de 200 milímetros.
Por su parte, los embalses espirituanos se beneficiaron con creces de estos torrenciales aguaceros y hoy suman algo más de 1 080 millones de metros cúbicos de agua, que significan alrededor del 90 por ciento de su capacidad actual. Se encuentran llenos y aliviando: Tuinucú, Higuanojo, Siguaney, Aridanes y Banao II.
La presa Zaza, que no recibió grandes aluviones porque su cuenca no aparece con las crecidas y escurrimiento más significativos, se mantiene con 817 millones, casi el 90 por ciento de sus posibilidades —fijadas en 920 millones por razones preventivas para evitar grandes inundaciones en las comunidades que se ubican por debajo de sus compuertas—.
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