La actual situación epidemiológica que vive el mundo impidió que por primera vez tres investigadores espirituanos participaran de forma presencial en el Congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA por sus siglas en inglés), que en esta edición XXXVIII tendría su sede en Guadalajara, México.
Sin embargo, la doctora en Ciencias Literarias, Yanetsy Pino Reina, la doctora en Ciencias de la Comunicación Lisandra Gómez Guerra y el máster en esa propia ciencia, Jairo Alberto Pacheco tienen la posibilidad hasta el venidero día 16 de asistir a los debates del encuentro, que este año se realiza de forma virtual, también por vez primera, como consecuencia de la COVID-19.
Acompañados por Yansert Fraga, como moderador, los especialistas yayaberos expusieron desde el Sectorial de Cultura y Arte de Sancti Spíritus, en forma de videoconferencia, temas que son resultados de estudios realizados durante mucho tiempo y que fueron previamente aprobados por el Comité Académico de LASA, el Ministerio de Cultura de Cuba (Mincult) y la Asociación Hermanos Saíz (AHS).
En el panel se abordan tópicos relacionados con la perspectiva de género en la literatura, sobre todo la poesía; además de presentar un modelo para el análisis de esa temática en el periodismo impreso cubano y cómo se puede intencionar en un programa para jóvenes en la radio de nuestro país.
En el prestigioso evento está nominado, además, el libro Hilando y deshilando la resistencia: pactos no catastróficos entre identidad femenina y poesía, con el cual Yanetsy Pino Reina obtuvo el Premio Casa de las Américas 2018, al Premio Iberoamericano Book Award que se entrega en cada edición del Congreso Internacional de LASA a un texto destacado sobre las ciencias sociales y las humanidades de América Latina, que se haya publicado en español o portugués en cualquier país.
“Ya la nominación para mí es un reconocimiento que no tiene precedentes en la literatura espirituana. Estar entre los nominados es una satisfacción plena”, aseguró la escritora, profesora universitaria e investigadora.
Pino Reina aseguró, además, que la participación cubana en este Congreso virtual es también una forma de luchar contra el bloqueo que impone Estados Unidos a nuestro país, el cual afecta directamente el trabajo de LASA, ya que quienes forman parte de la membresía de esa organización no tienen los derechos, ni deberes, ni obligaciones que tienen las personas de otros países, precisamente por esa imposición del gobierno norteamericano.
Por solo citar un ejemplo, en el 2019 más de 200 cubanos enviaron ponencias, y paneles al Congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos y fueron aprobados para participar en el evento en la ciudad estadounidense de Boston; sin embargo, no pudieron hacerlo debido a la política de la administración de Donald Trump hacia esta pequeña isla.
“El encuentro es una oportunidad que tenemos los investigadores de nuestro país de dar a conocer las investigaciones que tenemos, sobre todo, en el campo de los medios de comunicación y de los estudios de género, aplicables también a las manifestaciones artísticas.
La Asociación de Estudios Latinoamericanos, con más de 13 000 miembros, es la asociación profesional más grande del mundo que reúne a individuos e instituciones dedicados al estudio de Latinoamérica.
¡Ay, Ricardo!, que gran filólogo, que gran investigador, que gran persona. Cuánto lo necesita la literatura espirituana y la cultura en general.
Felicidades a los tres. En 20219 Ricardo Vázquez Díaz, quien trabajó en Ediciones Luminaria, participó en Lasa con esta conferencia: Del sufrimiento del exilio a la “gozancia” de la errancia en la literatura cubana contemporánea.
Fue una buena ponencia la de Ricardo Vázquez, un filólogo santaclareño, colega y amigo, quien residió en SS durante un tiempo y nos legó un importante libro sobre publicaciones periódicas espirituales. Su ponencia participó en LASA en 2014, lo sé porque formé parte de la comisión de miembros de LASA que la aprobó para que su autor participara. Para esa fecha, hacía mucho rato que Ricardo había dejado de trabajar en Luminaria y ya no vivía en SS sino en Santa Clara, su ciudad de residencia.