La severa contracción en la disponibilidad de los tradicionales productos químicos para atender las plagas y enfermedades que atacan los cultivos agrícolas casi ha obligado a los cosecheros a echarle mano con mayor fuerza y regularidad a los medios biológicos, una alternativa para nada nueva en predios espirituanos y que se aviene con los intereses de transitar hacia una agricultura más sana, sostenible y cuidadora del suelo.
Carlos Cervantes Zulueta, director de Sanidad Vegetal en Sancti Spíritus, detalló a Escambray que en la actual campaña de frío se ha protegido alrededor del 60 por ciento de la producción agrícola con medios biológicos y alternativas de control, lo cual ha garantizado efectividad.
“Si se quieren ejemplos vivos de lo que representa esta alternativa en la agricultura espirituana podemos decir que, salvo pequeñas áreas, todo el tomate se ha cosechado con el uso de la cal, la tabaquina y otras sustancias; todo el garbanzo se ha producido empleando principalmente medios biológicos, y en Sur del Jíbaro en la pasada campaña de primavera se gestionó en más de un 60 por ciento el control de las plagas a través de los medios biológicos, una estrategia que posibilitó los resultados productivos del arroz el año anterior”, explicó el especialista.
Acotó Cervantes Zulueta que, excepto la plaga que dañó recientemente la producción de frijol, con la aplicación de los controles biológicos ha sido posible mantener una correlación de plagas y enfermedades en el ecosistema agrícola que no afecta económicamente los cultivos.
Añadió que esta campaña de frío que termina ha sido en los últimos 10 años la de mayor uso de los medios biológicos en la provincia, manejo condicionado también por la situación financiera y el cambio climático, lo que ha permitido un despegue y mayor comprensión por parte de los productores, directivos y técnicos a la hora de utilizar estas alternativas de control.
“Hemos demostrado su efectividad, son más baratos, se reduce la carga tóxica y se logran producciones más sanas; es verdad que el medio biológico es más trabajoso, requiere más trabajo técnico, pero nadie puede desconocer que, sin renunciar totalmente a los químicos, esta es una herramienta muy provechosa en las actuales circunstancias económicas del país y para enfrentar el cambio climático”, aseguró Cervantes Zulueta.
Sancti Spíritus gestiona la elaboración de estos productos a través de 14 centros productores de entomófagos —insectos para el control de plagas— y entomopatógenos —desarrollo de hongos y bacterias para combatir plagas y enfermedades—; se dispone, además, de una planta de fermentación de biopreparados.
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