El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva recibió este dos de marzo en París la condición de Ciudadano de Honor de París, reconocimiento entregado por la alcaldesa, Anne Hidalgo, por su lucha contra la pobreza y las desigualdades.
En uno de los salones emblemáticos del Ayuntamiento de París, el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) aceptó el título en medio de aplausos de decenas de franceses, brasileños y otros latinoamericanos residentes en este país, invitados a la ceremonia en la instalación con más de seis siglos de historia y sede de la Alcaldía desde 1977.
Lula agradeció el reconocimiento, que se otorga a defensores de los derechos humanos encarcelados por sus luchas, una lista que incluye a Mumia Abu-Jamal, el primero en recibirlo en 2001, y a Nelson Mandela (2013).
En su intervención, denunció el complot que lo llevó a casi 600 días de prisión, por el que responsabilizó a los sectores que se oponen al empoderamiento del pueblo y a Estados Unidos por su interés en apoderarse del petróleo del gigante sudamericano.
No quería mi libertad, sino que se aceptara mi inocencia, porque mi delito fue sacar de la pobreza a más de 36 millones de brasileños y garantizar la universidad a cuatro millones que estaban condenados a no estudiar, sentenció en la velada, que contó con la asistencia de la otrora jefa de Estado Dilma Rousseff y del excandidato presidencial Fernando Haddad.
Asimismo, destacó el respaldo que le dieron a diario millones de personas en su país y el mundo durante los meses de encierro.
Al explicar la condición de Ciudadano de Honor de París, la alcaldesa Hidalgo señaló que fue una decisión amparada por el Concejo Municipal para apoyar los esfuerzos dirigidos a lograr la libertad del político de 74 años, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010.
Este es un título destinado a proteger a los luchadores y a personas como Lula, comprometidas con la batalla contra las desigualdades económicas y sociales, afirmó.
Hidalgo resaltó además el aporte del exmandatario a la defensa de la biodiversidad y la ecología, en una nación con enormes riquezas naturales.
La alcaldesa parisina lamentó que con la llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia, en las elecciones de 2018, el país dio un retroceso en la protección del planeta, la libertad y la democracia.
Esperamos ver a un Brasil renovado y abierto, subrayó.
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