A pesar de la compleja situación epidemiológica existente, el Programa Materno-Infantil garantiza atención a las embarazadas
A las puertas del Día de las Madres y en medio de la compleja situación epidemiológica existente por el nuevo coronavirus, la atención a las alrededor de 2 000 mujeres embarazadas en la provincia continúa según los protocolos establecidos y hasta el más mínimo detalle para garantizar con luz verde a la nueva vida en Sancti Spíritus.
El doctor Frank García González, jefe del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en la Dirección Provincial de Salud, detalló a Escambray que aquí continúa sin afectaciones el seguimiento prenatal priorizado a todas las gestantes para asegurar alumbramientos satisfactorios.
Según los protocolos establecidos, las embarazadas reciben como mínimo 10 consultas durante el embarazo y se les realizan los ultrasonidos y análisis complementarios previstos, aun en tiempos de pandemia.
Entre las medidas tomadas para prevenir la COVID-19 y garantizar todos los seguimientos programados a este segmento, los Consejos de Defensa en cada territorio organizan su traslado cuando resulte necesario hacia las instituciones de Salud y los especialistas de la Atención Primaria y Secundaria se personan en los hogares maternos, con el fin de evitar desplazamientos innecesarios.
En el territorio actualmente se encuentran ingresadas 270 embarazadas en los hogares maternos o en el Hospital Provincial por padecer distintos riesgos como hipertensión arterial y diabetes mellitus, entre otros.
En los diferentes espacios donde se les atiende, ya sea a nivel de consultorio, policlínico, hospital u hogares, también se han tomado las medidas imprescindibles para evitar contagios, entre ellas la no entrada de acompañantes, refuerzo en la alimentación con vistas a disminuir visitas familiares, así como la intensificación de la desinfección y la higiene, aseguró García González.
Hasta el momento, en la provincia solo dos embarazadas ha resultado positivas a la COVID 19 y en estos casos los hospitales regionales habilitados para atender enfermos por el SARS-CoV-2 se adecuaron bajo la premisa de contar también con camas y condiciones de atención para las gestantes.
De acuerdo con los especialistas, hasta el momento, a diferencia de la pandemia por la Influenza A (H1N1), en la cual las embarazadas eran un grupo de elevado riesgo, en la COVID-19 los datos se manifiestan sin diferencias con la población general.
Este segmento no parece ser más susceptibles de contraer la infección, no existen evidencias de la posible transmisión vertical madre–hijo en el tercer trimestre; y en cuanto a las complicaciones fetales los datos recogidos no prueban un mayor riesgo de aborto por esta enfermedad.
Tampoco existe certeza de transmisión intrauterina y resulta poco probable que la infección por el nuevo coronavirus produzca defectos congénitos en el feto, de acuerdo con el criterio de los expertos.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.