El director general del Instituto Finlay de Vacunas, Vicente Vérez Bencomo, afirmó este miércoles en el Palacio de la Revolución que la fase uno del ensayo clínico de Soberana, el primer candidato vacunal cubano contra la COVID-19, marcha bien y hasta el momento solo se han constatado ligeros y comunes efectos adversos, como dolor de cabeza y en la zona del brazo donde se coloca la inyección.
En la reunión semanal que el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, sostienen con los científicos y expertos que participan directamente en el enfrentamiento a la epidemia, el líder del proyecto recordó que el estudio comenzó el pasado 24 de agosto y debe proseguir la semana próxima con otros 20 voluntarios de más de 60 años.
Vérez Bencomo informó que se avanza rápidamente en un segundo candidato, “estamos terminando la formulación esta semana y llenando la semana que viene, es una vacuna diferente, tiene el mismo antígeno de Soberana, pero es otra plataforma: la de vacunas conjugadas que nosotros tenemos”. Está dando respuestas muy interesantes en animales también, aseveró el investigador, muy cerca de las que tiene la primera vacuna. “Y la vamos a mover aceleradamente para tratar de estar empezando ensayos clínicos en octubre”, afirmó.
En este encuentro se presentaron, igualmente, los resultados de un ensayo clínico con el uso de la ozonoterapia por vía rectal en pacientes confirmados con el SARS-CoV-2, que presentaban síntomas leves y moderados. Según detalló la doctora en ciencias Sarahi Mendoza Castaño, directora de Investigación, Desarrollo e Innovación del Centro Nacional de Investigaciones Científicas, se evidenció que “la asociación de la ozonoterapia con el tratamiento convencional de la COVID-19 incrementó en un 40% el número de pacientes con la prueba PCR negativa al quinto día”.
Asimismo, se logró reducir la estancia hospitalaria en 3,5 días como promedio por paciente. La ozonoterapia, apuntó, resultó segura, bien tolerada y no se produjo ningún incidente de bioseguridad.
Esos resultados permitieron incorporar la ozonoterapia como opción de tratamiento coadyuvante en pacientes con PCR positivos persistentes, dentro del protocolo de actuación nacional para la COVID-19.
Precisamente sobre las más recientes modificaciones a ese protocolo de manejo clínico, la doctora Ileana Morales Suárez, directora nacional de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud Pública, añadió que se amplió la aplicación del Heberferón en el esquema terapéutico, así como el uso de plasma hiperinmune en pacientes con el PCR positivo al día 14 de su confirmación, todo ello fruto de estudios e intervenciones de médicos y científicos cubanos.
Al respecto de todo ese trabajo que se ha generado en el país tras la epidemia de la COVID-19, el Jefe de Estado consideró que “eso nos está dando como signo que hay una intensa actividad científica, alentada por buscar un enfrentamiento eficaz, seguro y soberano a la COVID-19; y nos está generando una dinámica científica”.
En esta sesión de trabajo, el doctor Raúl Guinovart Díaz, decano de la Facultad de Matemática de la Universidad de La Habana, presentó también una actualización de los modelos de pronóstico sobre el comportamiento de la epidemia en Cuba, que confirman el descenso en la cantidad de casos activos, luego de alcanzar el pico del nuevo brote el 15 de agosto, con 634 confirmados y hospitalizados entonces.
Esa disminución, expresó, está siendo lenta, “si en cinco días subimos en más de 130 casos, en 11 solo hemos bajado un centenar”.
Para finales del mes de octubre, señaló, se pronostica que el número de casos activos esté sobre los 50, aún alto para lo que ha estado haciendo el país. La situación en Cuba está controlada en comparación con el mundo, consideró, aunque en los conceptos que nosotros hemos desarrollado esa cifra nos sigue pareciendo elevada.
Guinovart Díaz alertó que, en agosto, el 75% de los casos confirmados de la COVID-19 en Cuba comprende las edades de 20 a 59 años.
Esos modelos, acotó el Presidente Díaz-Canel, nos siguen patentizando la necesidad del comportamiento responsable de los jóvenes, porque son los que más incidencia tienen ahora y los que más pueden provocar la infección, sobre todo cuando son asintomáticos, en personas de edad avanzada, que luego se nos convierten en graves y críticos.
Tenemos que seguir incrementando la eficiencia de las medidas, dijo, para salir del rebrote en el menor tiempo posible. Aunque este no llegó a la magnitud del inicial, en el tiempo se nos está prologando casi igual. El dato de hoy — con 506 pacientes activos— nos pone por debajo incluso del escenario más favorable. Si nos mantenemos así podemos lograrlo.
Díaz-Canel se refirió a las nuevas medidas que se analizan para incrementar la restricción de movilidad en La Habana, que se explicarán en las próximas horas, “para ver si en quince días nosotros logramos agotar, al máximo posible, el rebrote; e irnos alejando de los escenarios que dan comportamientos de 100 o 50 casos activos hasta octubre”.
Siguiendo el camino trazado por la ciencia, el Presidente chequeó además este miércoles la situación de la COVID-19 en el territorio nacional que acumula hasta la fecha 3 759 pacientes diagnosticados y, de manera particular, pasó revista a la situación en las provincias de La Habana, Artemisa, Villa Clara, Cienfuegos y Sancti Spíritus.
El contexto epidemiológico más complicado continúa concentrado en la capital que en la última jornada contabilizaba 442 pacientes confirmados e ingresados, aunque propiamente de la capital eran 362.
Según precisó el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, en La Habana están activos cinco eventos de transmisión local de la enfermedad, luego de darse por concluido los que se habían generado en Balcón Arimao y en Arroyo Arenas, del municipio La Lisa; y abrirse uno nuevo en el consejo Popular Mantilla, en Arroyo Naranjo.
Sobre este último, el Ministro apuntó que el caso índice corresponde a una persona que realizó dos fiestas, indisciplina que ha provocado hasta el momento 13 casos positivos. Aquí está incluida una población de 650 habaneros que se encuentran bajo régimen de cuarentena.
También se conoció que las provincias de Artemisa y Villa Clara, aun cuando mantienen casos confirmados y eventos de transmisión local, se aprecia una tendencia al control del contagio en ambos territorios. En tanto, Cienfuegos con 119 días sin reportar enfermos y Sancti Spíritus con 109 jornadas en la misma condición, continúan sin contratiempos el tránsito por la tercera fase de la recuperación de la epidemia.
En estas provincias se han emprendido, a la par, los trabajos para restablecer en el menor tiempo posible las afectaciones provocadas por la tormenta tropical Laura. Servicios como la electricidad y el agua retoman sus índices habituales, mientras se siguen precisando los daños en las viviendas para certificar el número final. Así se confirmó a la máxima dirección del Gobierno que desde este miércoles comenzó a chequear la recuperación en la misma videoconferencia diaria sobre la situación de la COVID-19: dos problemas con una misma urgencia.
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