Miles de indígenas se manifestarán este 15 de octubre contra el gobierno del presidente de Colombia, Iván Duque, a quien exigen el cumplimiento de varias demandas relacionadas con el derecho a la vida y el cese de la violencia.
La minga, como también se conoce a la protesta indígena, hará acto de presencia este jueves en Bogotá para reclamar respuestas de la camarilla gobernante en torno a la creciente violencia que impera en el país, las violaciones al Acuerdo de Paz y las disputas territoriales.
Hasta la fecha Duque esquivó a los dirigentes de la minga, quienes le propusieron una reunión cara a cara para resolver los diferendos.
Según Noticias Caracol, voceros del Gobierno dicen que el presidente no se reunirá por ahora con esta comunidad por supuestos intereses políticos.
El grupo Marcha Patriótica Bogotá declaró en Twitter que va a ‘recibir a las autoridades indígenas, movimientos sociales y campesinos de nuestra minga para exigirle a Duque que los escuche por la vida, el territorio, la democracia y la paz’.
Por su parte, el senador Feliciano Valencia denunció también en Twitter que ‘si los pueblos indígenas no nos movilizáramos ya nos hubieran exterminado’, a lo cual agregó que todo es resultado de ‘la incapacidad de un Gobierno que pone en riesgo al pueblo colombiano’.
Asimismo, el Consejo Regional Indígena del Cauca mostró su ‘respaldo total a la minga social y comunitaria’.
Somos muchas las personas que exigimos una respuesta al debate político. Marchamos ante la amenaza de muerte, porque la unidad ha hecho la fuerza, unámonos para hacer un llamado al gobierno nacional de Colombia, señala el Consejo en un comunicado.
El expresidente de Colombia Ernesto Samper, al pronunciarse al respecto aseguró que ‘el gobierno no puede manejar la minga indígena ofreciéndoles lo divino y lo humano como si se tratara de una carta de restaurante’.
Debe entender que ellos le llevan a sus negociadores 500 años de reclamos, incumplimientos y paciencia, señaló Samper, quien presidió Colombia de 1994 a 1998.
Ayer, una gran ola de manifestantes indígenas inundó las calles de la ciudad de Cali para exigirle a Duque la resolución de los problemas imperantes en la sociedad colombiana, inmersa en grandes escenas de violencia.
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