Cuando escuchó los aplausos por primera vez, se dijo: “¡Qué lindo homenaje en un nuevo contexto!”. El tributo, que solía ofrecerse como regla en circunstancias de alegría, le sorprendió, por diferente. “Es algo sencillo y a la vez profundo, conmueve ver a un pueblo unido por una misma idea. Entonces me dije: esto no puede quedar en el aire, tiene que haber una constancia escrita”, declara con la humedad nublándole los ojos.
Su única hija es doctora y vive en la ciudad costera de Blanes, próxima a la capital de Cataluña, España. A ella y a todo el personal de la Salud que a lo largo y ancho del globo terráqueo se enfrenta cara a cara con la enfermedad causada por el SARS CoV-2 dedicó líneas que entrañan emoción.
Sostiene entre sus manos el libro Baño de luna, publicado por la editorial Luminaria y dedicado a los niños. Es su único texto impreso; el siguiente, nombrado Despertar con ángeles, debió ser presentado para su publicación a finales de marzo, pero las circunstancias lo impidieron.
Se resguarda en casa, como todo cubano responsable. Es perceptible su pesar por lo que ocurre en el mundo, mas habla de esperanza. Maribel de los Ángeles Valdés Yánez, maestra y coautora de programas, orientaciones metodológicas y libros de lectura para quinto y sexto grados, tras más de dos décadas impartiendo clases en la Enseñanza Primaria fungió como metodóloga de Lengua Española en la Dirección Provincial de Educación.
Muchos, no obstante, la recuerdan por sus aportes en la formación de maestros desde el otrora Instituto Pedagógico Capitán Silverio Blanco Núñez, donde se jubiló. Mientras la escucho, parca al hablar, referirse al nieto de cinco años que se declara cubano aunque nació allende los mares, intento distinguir si es la maestra, la madre, la abuela o la poeta a quien tengo delante.
Aplausos
Maribel Valdés Yánez
A mi hija Andria y a todos los profesionales de la Salud de Cuba y del mundo por su grandeza
Adorables mascarillas
abrillantan el aplauso
que germina en la alborada
y se extiende hasta el ocaso.
Un aplauso de la noche.
Un aplauso desde el cielo.
Un aplauso a la gente
que lleva luz en su vuelo.
Un aplauso de colores,
humanismo y amistad.
Un aplauso por la vida.
Un aplauso por la paz.
Un aplauso desde el cielo.
¡Ya mi corazón se agita!
Un aplauso caluroso
a la vida que palpita.
Mi querida amiga, yo, que te conozco bien, sé que estos versos son la expresión de tus más nobles sentimientos. Así eres tú!
Bello poema, eres excepcional, besos
Gracias Maribel por tan hermoso poema
Muy lindo y sentido poema con la dulzura que te caracteriza.
Así de sencilla, sentida, oportuna y profunda, como eres tú, es tu poesía y sí, Mary, detrás de cada verso, escuché a la madre, a la abuela, y a la maestra, porque en ti esa trilogía es única e inseparable. Gracias, una vez más.