La multitud que se agolpa para tomarse una foto a su lado, los muchos aplausos que se escuchan cuando mencionan su nombre y la admiración que despierta en colegas, amigos, alumnos y vecinos harían pensar que se trata de una estrella de cine o de un cantante aclamado.
Todo el barrio se dio cita con casi dos horas de antelación. Cuando llegó comenzó el flash de los celulares y se avivó el deseo de los concurrentes de darle un saludo afectuoso. Los periodistas apenas podían acercársele. Así sucede con los famosos, aunque él solo se considera «el más visible».
«Un cubano muy singular que se ha ganado el respeto, cariño y admiración de todo nuestro pueblo. Este hombre sencillo, locuaz y consagrado cuenta con una rica trayectoria como cederista, revolucionario y profesional de la salud».
Así lo describe la presentadora, mientras él escucha desde la primera fila, en el extremo, ecuánime, como si asistiera al agasajo ajeno y no al propio.
Lo mencionan, lo premian (el primer galardón de ese tipo que se entrega este año), lo aplauden, lo convidan a subir al escenario, a hablar ante todos y pide permiso para retirarse el nasobuco para que se oiga mejor, siempre respetando la distancia física, ahora que tanto se habla de distanciamiento social.
Con la modestia que lo caracteriza se refiere al trabajo del equipo, cambia el «yo» por «nosotros» y vuelca la atención no hacia sus horas de desvelo ni a sus resultados académicos, sino hacia el héroe que está en el público.
Entre los presentes la admiración se hace mayor, pues el hombre de ciencia, el especialista, el doctor, antes de volverse un rostro conocido por entrar cada mañana a nuestras casas para informarnos sobre la evolución de la pandemia, por varios años fue dirigente de base de los cdr y se destacó como coordinador de zona.
Y allí, en el CDR 5 de la zona 87 de Alamar, estamos todos, quienes lo respetamos y seguimos sus recomendaciones, siendo testigos del momento en que el doctor Francisco Alberto Durán García recibe de manos de Carlos Rafael Miranda Martínez, Gerardo Hernández Nordelo (coordinador y vicecoordinador nacional de los CDR, respectivamente) y José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud Pública, el Premio del Barrio otorgado por la mayor organización de masas del país.
Apuntes para una biografía
El doctor Durán nació en Santiago de Cuba
Estudió Siquiatría, trabajó en el Ejército, y se especializó en Epidemiología
Dirigió la campaña de erradicación del Aedes Aegypti y el Programa de Prevención y Control del Sida, ambos en Santiago de Cuba
Fue rector de la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba
Se desempeñó como viceministro del área de Docencia e Investigaciones del Minsap
Viajó como jefe de la brigada médica de Cuba en Angola
Trabajó como vicedirector primero del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK)
Lleva seis años como director de Epidemiología del Minsap
Padre de tres hijas y abuelo de cinco nietos
En los últimos cuatro meses, ha sido el encargado de ofrecer al pueblo, a través de la televisión nacional, los partes sobre el comportamiento de la covid-19 en Cuba y el mundo
En Contexto: El Premio del Barrio
Es el galardón anual instituido por los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) para estimular a personas, colectivos y familias que con su trabajo y ejemplo demuestran la unidad de la Revolución y el acompañamiento de los cdr a su obra, y se destacan por su trabajo comunitario y contribución social.
Reconoce a cederistas que contribuyen, desde el entorno en el que se desarrollan, a la unidad y a la formación de valores en la sociedad; constituye un agradecimiento a mujeres y hombres que con sus méritos se ganan el respeto y la gratitud del pueblo.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.