Elecciones ya, fuera golpistas, fuera Áñez, basta de persecución política, abajo la corrupción, son algunas de las consignas coreadas por miles de personas en numerosas manifestaciones que tienen lugar este 28 de julio en Bolivia.
Las multitudinarias movilizaciones fueron convocadas por la Central Obrera Boliviana y otras organizaciones sociales, sindicales y políticas en la nación suramericana, luego de la postergación, una vez más, de las elecciones con el pretexto de la Covid-19.
Los manifestantes dan 72 horas al gobierno de facto para que ratifiquen las elecciones el 6 de septiembre, de lo contrario decretarán paro general por tiempo indefinido.
En cabildo abierto en la ciudad de El Alto, piden el fin de la dictadura y aseguran que solo con un gobierno elegido por el pueblo podrán resolverse los graves problemas generados por los golpistas y agravados durante la pandemia.
Advierten que las autoridades encabezadas por la presidenta transitoria Jeanine Áñez se roban los recursos del país, manejan mal la pandemia de la Covid-19, por lo que urge se mantengan las elecciones el 6 de septiembre como estaba ya previsto por la ley y acordado por los partido políticos.
El expresidente Evo Morales (2006-2019) por medio de su cuenta en Twitter alertó que recibió información muy preocupante sobre el traslado de francotiradores hacia El Alto y el Trópico de Cochabamba.
‘Las Fuerzas Armadas no están para atacar al pueblo que defiende los recursos naturales, sino para defender la soberanía y la independencia’, expresó el líder indígena.
El 10 de noviembre de 2019, el presidente Evo Morales renunció a su cargo presionado la la cúpula militar y de la policía y la intromisión de la Organización de Estados Americanos (OEA), que avaló un supuesto fraude en las elecciones del 20 de octubre donde resultó ganador.
Desde entonces Áñez asumió la presidencia del país con el objetivo de convocar a nuevas elecciones, pero ocho meses después, los comicios se han postergado dos veces, siempre bajo el argumento de la pandemia de la Covid-19.
Sin embargo, en toda esta etapa, en la cual quedó desmentida la OEA con su falso informe sobre las elecciones de octubre, las autoridades de facto mantienen una sistemática persecución política contra seguidores de Evo Morales y miembros del Movimiento al Socialismo.
Asimismo, desarticularon el amplio programa de políticas sociales, frenaron el crecimiento económico que mostraba el país en los últimos años y pusieron en evidencias sus ambiciones en casos como el de la compra millonaria y a sobreprecio de respiradores.
Los manifestantes ante este contexto, aseguran que solo con elecciones se podrán revertir la crisis general y el país podrá retomar la democracia.
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