Ante el reducido número de casos confirmados con la COVID-19 en el territorio durante la semana que termina —se reportan apenas cuatro enfermos en los últimos siete días—, lo que están exigiendo las principales autoridades de la provincia no es relajación, confianza y desmovilización, sino el cumplimiento estricto de todos los protocolos y especialmente las medidas de distanciamiento aprobadas para frenar la expansión del peligroso coronavirus.
“No nos podemos confiar”, aseguraba la víspera Deivy Pérez Martín, presidenta del Consejo de Defensa Provincial, quien insistía en la importancia de cumplir con rigor lo dispuesto en el país para la protección de las personas, como el uso del nasobuco; la restricción del movimiento, mucho más después de las siete de la noche; el mantenimiento de una distancia prudencial en las colas; así como evitar que personas de la tercera edad permanezcan en la calle.
“Hay que alertar, llamar la atención, porque el peligro y el riesgo están en cualquier parte”, ilustraba la también primera secretaria del Comité Provincial del Partido, quien reiteró el llamado a extremar la atención con los hogares de ancianos, casas de abuelos, pacientes siquiátricos y en general con aquellas personas que resultan más vulnerables.
En el contexto de la habitual reunión del Consejo de Defensa Provincial, órgano activado en composición reducida para dar seguimiento a la pandemia provocada por la rápida expansión del SARS-CoV-2, Pérez Martín llamó a laborar de manera coordinada con todos los actores, a realizar las pesquisas con profundidad y transparencia y a redoblar las medidas de protección para el personal de la Salud.
Tras escuchar la detallada actualización de la situación higiénico-epidemiológica del territorio, realizada por el doctor Manuel Rivero Abella, director provincial de Salud, la presidenta del Consejo alertó sobre la importancia de cortar a tiempo la propagación del mosquito Aedes aegypti que, llegada la primavera, podría complicar todavía más un panorama que ya de por sí resulta complejo. “Lo mismo frente a la COVID-19 que frente al mosquito, la calidad de la pesquisa es determinante”, dijo.
Las potencialidades de los polos productivos para el aseguramiento de la alimentación de los espirituanos y la importancia de comprometer a los trabajadores agrícolas con ese empeño fueron temas igualmente valorados en el encuentro, donde la máxima dirección de la provincia llamó a recontratar los diferentes surtidos como garantía de un mejor acopio y de una distribución más a tono con las complejidades del momento.
“Existe compromiso, voluntad y una gran motivación entre los productores y los cuadros del sector y ello debe reflejarse en una mejor contratación”, dijo Deivy Pérez Martín, quien llamó a agilizar el proceso de entrega de tierras y a explotar mejor las áreas ubicadas en la periferia de los pueblos y las ciudades.
Juan José González Nazco, delegado del Ministerio de la Agricultura en Sancti Spíritus, informó que en estos momentos se trabaja de manera intensa en la preparación de tierras —existen más de 9 000 hectáreas en movimiento y unas 3 000 listas—, de manera que la aparición de las lluvias pudiera representar el detonante de una campaña de siembra respetable.
Tal fue la realidad que encontraron las principales autoridades de la provincia en un recorrido por las Empresa Agroindustrial de Granos Valle del Caonao y Agropecuaria Obdulio Morales, ambas de Yaguajay, empeñadas en diversificar sus producciones, recuperar áreas y abrir nuevos polos como ocurre hoy en San Marcos, Las Flores y Yagüey.
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