El embajador de la Unión Europea en Cuba, Alberto Navarro, confirmó este cinco de febrero que un grupo de nuevas normas para simplificar la gestión del visado Schengen entraron en vigor en Cuba desde el pasado 2 de febrero.
Naturales de 105 países de todo el mundo, entre ellos Cuba, requieren de este permiso para poder acceder a estancias de hasta tres meses en las naciones que conforman ese espacio europeo y en todos ellos se pusieron en vigor las nuevas normas desde el pasado domingo.
El otorgamiento de este tipo de visado permite a sus poseedores viajar a 26 países europeos, 22 de ellos pertenecientes al bloque comunitario.
La lista la integran Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Países Bajos, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Polonia, Portugal, República Checa, Eslovaquia, Suecia y Suiza.
En declaraciones exclusivas a Prensa Latina, Alonso subrayó que los requisitos para obtener tal visado continúan siendo los mismos que hasta ahora y que las mejoras aparecen en los procedimientos para su otorgamiento.
Destacó que una de las medidas que facilitarán las gestiones es la extensión de la posibilidad de solicitar el visado a seis meses antes de la fecha del viaje, período que hasta ahora era de solo tres meses.
Aseguró que otra ventaja es la posibilidad de que los trámites legales se puedan realizar por internet, lo que facilitará que los consulados en los países donde se tramita el permiso puedan otorgar visas por más tiempo, teniendo en cuenta la historia de entradas y retornos del solicitante.
El representante de la UE en Cuba significó que a partir de la verificación del récord de anteriores visados Schengen del solicitante, los consulados podrán otorgar permisos de mayor duración, con entradas y salidas múltiples, por dos, tres y hasta cinco años.
Recordó que hasta ahora los consulados de los países que conforman ese acuerdo internacional solo podían dar visas de hasta dos años. A partir de ahí debían solicitar permisos a las autoridades centrales, lo cual retardaba y hacía más complejo el proceso, explicó.
Navarro aclaró que entre las nuevas disposiciones está el aumento del precio del visado, «ya que desde 2006, cuando entró en vigor el espacio Schengen, este no se había modificado».
El precio era de 60 euros y sube ahora a 80, con reducciones para algunos casos de menores de 12 años.
Las nuevas normas requieren que todos los Estados miembros del área Schengen cuenten con autoridades representativas en los 105 países que requieren de ese visado para tramitar estos servicios.
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