Carlos Bernal González casi se sabe de memoria cada tramo de la carretera que enlaza Trinidad con Sancti Spíritus; y no es para menos, porque lleva más de un mes trasladando de lunes a domingo al personal de la Salud que labora en los centros asistenciales de la cabecera provincial, luego de que el país paralizara el servicio de transporte público y decidiera garantizar la movilidad de los trabajadores imprescindibles.
Como chofer de la Unidad Empresarial de Base Ómnibus Nacionales, radicada en la base de Trinidad, apenas ha tenido reposo en esta nueva ruta que impuso la pandemia a su ómnibus Yutong. “Desde que me llamaron enseguida di el paso al frente; aquí estoy, a disposición de mi país y haciendo lo que haga falta”, confesó antes de iniciar el regreso desde el Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos hasta la sureña villa.
“Movemos a los médicos que están haciendo turnos de 24 horas, los traemos por la mañana y los retornamos al otro día; son trabajadores muy necesarios en el hospital y como único pueden trasladarse ahora es por esta vía”, destacó el chofer.
Trinidad-Sancti Spíritus es la única ruta intermunicipal de la provincia —dentro de las adecuaciones que instrumentó Transporte en el contexto de la pandemia— que se asume con ómnibus Yutong, un servicio que activa diariamente cuatro guaguas en función del personal sanitario y de Seguridad y Protección que labora en los centros de aislamiento y puntos de acceso al sureño territorio, precisó Carlos Bernal.
Ni por un instante olvida que está expuesto también al peligro. “Uno está en riesgo constante, porque es un personal que sale del hospital, pero eso no impide que haga lo que me corresponde; claro, siguiendo al pie de la letra las medidas: nasobuco, hipoclorito en las manos mías y de todo el que sube al ómnibus, quitarme la ropa desde que llego a la casa y luego limpieza total de la guagua, incluida la fumigación”, explicó.
Carlos Bernal no borra de su horizonte que todo pasará y un día volverá a las carreteras cubanas con los pasajeros habituales de este servicio; hoy prefiere mantener la concentración en la disciplina y cada detalle del viaje y, ni por un instante, deja de pensar en estos pasajeros de batas blancas que luego de más de un mes de ida y regreso se le hacen familiares.
“Te puedo asegurar, porque me lo manifiestan, que ellos están muy agradecidos con este servicio que se les está brindando; para mí puede verse como parte de mi trabajo, pero en el fondo sé que desde la Yutong aporto un granito de arena a esta batalla y aquí seguiremos; cada vez que salgo a un viaje llevo en la mente el reclamo de mi familia: ‘Papi, cuídate’; me estoy cuidando y a ellos también, pero hay que estar en el lugar que pide el momento”, declaró.
FELICITACIONES PARA CARLOS Y LOS MAS DE 100 QUE DIARIAMENTE REALIZAN ESTA HUMANA LABOR DESDE TODA LA GEOGRAFIA ESPIRITUANA.