Con la entrada en vigor el pasado agosto de una nueva Ley de pesca comenzó el proceso de inscripción de los pescadores comerciales, una nueva actividad del trabajo por cuenta propia (TCP) que ya agrupa en la provincia alrededor de 345 personas.
“Primeramente realizamos seminarios en los municipios con zonas pesqueras y luego comenzó este proceso que incluye tanto a los pescadores como a los patrones de barcos. La inscripción continúa abierta y solo pueden concretarla quienes mantienen contrato con entidades estatales para que les comercialicen sus capturas”, detalló a Escambray Gustavo Alcantara Benítez, subdirector de atención y control al TCP en la Dirección provincial de trabajo.
Para desarrollar esta actividad constituye requisito imprescindible mantener contrato con una empresa de esa rama y la licencia de pesca que otorga la Oficina Nacional de Inspección Estatal, para la cual es requerimiento indispensable no tener antecedentes de violaciones del régimen pesquero en un término de 5 años anteriores a la fecha de solicitud.
Este proceso, que se desarrolla en los municipios de Trinidad, Sancti Spíritus, Yaguajay y Cabaiguán —en este último residen dos pescadores que trabajan en Trinidad—, se ha efectuado en las propias comunidades para evitar aglomeraciones, con el objetivo de prevenir la COVID-19.
“A partir de ahora estos pescadores inscritos cuentan con un estatus legal como trabajadores por cuenta propia, que los avala para poder trabajar y comercializar sus capturas. Además, se afilian al régimen especial de seguridad social con el objetivo de poder jubilarse y se incluyen en el Registro de Contribuyentes de la ONAT”, comentó Alcantara Benítez.
Actualmente en el territorio espirituano se practican 117 actividades del trabajo por cuenta propia, que suman unos 24 120 trabajadores no estatales.
La Ley de pesca define a quien practica esta actividad del TCP como el que captura especies, fundamentalmente de escamas, de interés comercial autorizado por la legislación vigente. El documento especifica que se excluyen las de especial significación para la diversidad biológica, según lo previsto por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Además, contempla otras tres modalidades de pesca (deportiva, recreativa y de investigación) y aclara que en las zonas declaradas de alta significación ambiental e importancia histórico-cultural, así como en los embalses de interés estatal —incluidos los destinados a la producción acuícola—, no se permite esta práctica sin la previa autorización.
Constituyen violaciones del régimen de pesca realizar capturas sin la debida autorización o con la licencia vencida; extraer, desembarcar, transportar, procesar y comercializar —salvo algunas excepciones— especies hidrobiológicas en régimen especial de protección, amenazadas o en peligro de extinción tales como: manatí, delfín, cocodrilo, caimán, paiche, carey, tortuga verde, caguama, tinglado, coral negro, rana, manjuarí, quinconte; jicotea y sigua.
Muy buena noticia, porque era «verguenza nacional» que en ningun pueblo de Cuba, ni costeros tan siquiera, habia pescado en los mercados, muy a pesar que Cuba esta rodeada de mar.
Me alegra la noticia.
No sé si habrá más pescado en los mercados.
La inscripción continúa abierta y solo pueden concretarla quienes mantienen contrato con entidades estatales para que les comercialicen sus capturas”
Definitivamente no habrá más pescado porque seguimos poniendo trabas.