El secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, justificó este siete de enero el supuesto carácter legal del ataque con drones de su país en Iraq, que mató hace cinco días al general iraní Qasem Soleimani.
Pompeo afirmó este martes en una conferencia de prensa que nunca había visto a la actual administración tomar decisiones de tal naturaleza sin una revisión completa y profunda de la base legal.
Sin embargo, no pudo responder de manera precisa cuando le preguntaron si se consultaron abogados antes del mencionado ataque en Iraq.
A menudo, los juristas revisan de antemano todas las opciones que se presentan al presidente para que cada opción sea validada legalmente, estoy seguro de que sucedió así, manifestó.
Por otra parte, expresó que Soleimani no estaba en Bagdad en una misión diplomática como afirmaron autoridades del país persa.
Sabemos que no es cierto, eso es totalmente falso, no estaba allí en una misión diplomática, insistió Pompeo, quien negó además que el general asesinado estuviera trabajando en un acuerdo con representantes de Arabia Saudita para reducir los riesgos de conflictos en Medio Oriente.
Además del asesinato del comandante de la Fuerza Quds de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, perecieron por la agresión en el aeropuerto internacional de Bagdad el subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Iraq, Abu Mahdi al Mohandes, y otras siete personas.
Tal hecho condujo a una peligrosa escalada de las tensiones entre Washington y Teherán, que consideró el suceso un acto de terrorismo y prometió venganza.
Luego, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con ataques a 52 lugares iraníes si la república islámica toma represalias, generó críticas al manifestar que podría apuntar a sitios culturales, y sostuvo que sus publicaciones en la red social Twitter servirían como notificación al Congreso sobre las acciones de su Gobierno.
Pompeo reiteró, tras ser interrogado acerca de la amenaza de Trump de atacar sitios culturales iraníes, que Washington actuaría de conformidad con el derecho internacional.
De su lado, el canciller de Irán, Mohammad Yavad Zarif, consideró dos días atrás crimen de guerra el anuncio de Trump sobre espacios culturales.
‘Tras cometer graves violaciones de la ley internacional con cobardes asesinatos, Trump vuelve a amenazar con más infracciones’, escribió Zarif en las redes sociales. Apuntar a ese tipo de sitios es un crimen de guerra; ya sea pateando o gritando, recalcó el jefe de la diplomacia iraní, el fin de la presencia maligna de Estados Unidos en Asia occidental ha comenzado.
Hay normas del derecho internacional que ponen líneas rojas para objetivos como los que ahora reciben amenazas de Trump, subrayó.
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