El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ponderó este domingo la realización de un estudio sobre los factores de riesgo genético asociados a la severidad clínica de la COVID-19, emprendido por científicos de la isla.
En su cuenta de Twitter el mandatario destacó que dicha investigación permitirá perfeccionar las estrategias de enfrentamiento a la enfermedad, aunque apuntó que la autorresponsabilidad continúa siendo la mejor opción para protegerse del peligroso padecimiento.
Díaz-Canel compartió una publicación del diario Juventud Rebelde en la que se alude a algunos de los principales resultados obtenidos en la indagación acometida por el Centro Nacional de Genética Médica (CNGM), de conjunto con los departamentos provinciales y servicios municipales de genética.
En este sentido, resalta que hasta el momento no se reportan casos de recién nacidos con defectos congénitos derivados de que las madres padecieran la enfermedad durante el embarazo.
La doctora Hilda Roblejo, especialista de I y II grado en Genética Clínica, profesora e investigadora auxiliar y jefa de Docencia e Investigaciones del CNGM, refirió que desde los primeros casos de COVID-19 en el país, la institución estuvo pendiente de las gestantes, para observar posibles efectos de esa naturaleza.
El estudio inició en los primeros días de junio y el trabajo en el terreno concluyó el 25 de julio, pero aún se encuentran en análisis las muestras de los participantes, debido a la alta complejidad de la investigación y los múltiples factores a considerar.
Participaron en esta indagación mil 182 pacientes, (mil 45 adultos y 137 niños) y 502 familiares de primer grado que convivían con los enfermos, mas no se infectaron con el SARS-CoV-2; de ahí que resultaba interesante evaluar sus estados inmunológicos e identificar factores genéticos de protección.
El CNGM es la institución de referencia nacional para el Programa de diagnóstico, manejo y prevención de enfermedades genéticas y defectos congénitos, y la investigación realizada forma parte de las más de 700 que se han generado en Cuba a partir de la COVID-19.
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