La Casa de las Américas concedió el premio homónimo, uno de los más antiguos del continente, a escritores de Puerto Rico, Cuba, Brasil y México durante la entrega que aconteció en la Sala Ché Guevara.
El galardón literario, que inició su séptima década de vida, fue a manos de la puertorriqueña Áurea María Sotomayor por el ensayo Apalabrarse en la desposesión. Literatura, arte y multitud en el Caribe insular que, a juicio del jurado, resulta un análisis comparado urgente, erudito e innovador de las literaturas y el arte caribeños de habla francesa, inglesa y española.
En la categoría de Cuento obtuvo el lauro La literatura es cosa seria, del mexicano José Manuel Ríos Guerra, que destaca por una referencialidad de su país bajo el imperio mediático global; asimismo, merecieron sendas menciones a las obras Mala tierra, de Godetti Damián Emilio (Argentina) y Welcome, señor Kerry, de Emerio Medina (Cuba).
La pieza Bayamesa. Réquiem por María Luisa Milanés, del dramaturgo cubano Abel González, conquistó la prima en el apartado de teatro, que sobresalió por rescatar el legado de una de las poetas pocos conocidas del siglo XIX, María Luisa Milanés, en su centenario; y el uruguayo Domingo Trujillo obtuvo mención por el texto El circo de la rue d’Antin.
El premio de Estudios sobre Culturas Originarias de América recayó en Nuestra Palabra maya. Poética de la resistencia, del autor Emil Keme, quien realizó un análisis crítico de la obra de diez escritores mayas contemporáneos y, a su vez, visibilizó el modo en que la poesía refracta el proceso histórico de Guatemala.
El jurado de Literatura brasileña confirió el galardón a la novela Paletó e eu: memórias de meu pai indígena, de Aparecida Vilaça, que reflexiona en torno a algunos de los problemas más urgentes de nuestro tiempo, como el diálogo entre culturas y la autonomía de las comunidades indígenas.
Por su parte, el texto Je ne suis pas un homme qui pleure, de Fabienne Kanor (Martinica) mereció el reconocimiento en el apartado de Literatura caribeña en francés o creol por el sagaz abordaje a la realidad de las poblaciones provenientes de la colonización, particularmente del Caribe.
En entrevista a Prensa Latina, el presidente de la Casa de las Américas, Abel Prieto, subrayó la valía del Premio que, en su 61 edición, propició el encuentro entre los miembros del jurado con el presidente cubano Miguel Díaz Canel, quien elogió la labor de la institución cultural e intercambió con los intelectuales sobre el actual contexto sociopolítico de la región latinoamericana y el rol de la cultura.
De manera honorífica, la Casa entregó el Premio de Poesía José Lezama a Ojos de la palabra, del argentino Jorge Boccanera; el Premio de Narrativa José María Arguedas a la Sumar, de la escritora chilena Diamela Eltit; y el lauro de Ensayo Ezequiel Martínez para Una literatura en los trópicos, del brasileño Silviano Santiago.
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