Que los constructores hayan llegado en las últimas horas hasta el puente sobre el río Jatibonico del Sur –kilómetro 416 de la Carretera Central– levantó más de un comentario y no pocas sospechas entre los pobladores del territorio y los conductores que se sirven del mismo, conocido el estado técnico del viaducto y los estudios que se han venido realizando a partir de las notables vibraciones reportadas por los usuarios de la vía.
Arlet Omar Castro Ramírez, director del Centro Provincial de Vialidad en Sancti Spíritus, del Ministerio de Transporte, explicó a Escambray que en estos momentos la estratégica pasarla de hierro y hormigón se mantiene prestando servicio de manera normal, con las ya conocidas limitaciones de velocidad y carga aprobadas tiempo atrás: 30 kilómetros por hora y hasta 30 toneladas de peso en un mismo sentido, respectivamente.
Según el directivo, ni el estado de la obra se ha agravado ni las fuerzas Ministerio de la Construcción desplegadas en el lugar se encuentran realizando reparación alguna: «Ahora lo que hemos hecho es sustituir la capa de rodamiento, que se encontraba con ondulaciones y muy deteriorada, lo cual, según varios expertos, debe contribuir a la reducción de las vibraciones que se sienten al circular», puntualizó.
De acuerdo con Castro Ramírez, en estos momentos prosiguen los trabajos de proyectos para la reparación, así como el levantamiento topográfico con vistas a la ejecución del vial de desvío que será preciso construir previamente para no interrumpir el tráfico por la Central entre los dos extremos de la isla.
Con 77 metros de longitud y casi un siglo de explotación, el puente sobre el Jatibonico del Sur fue diagnosticado a inicios de este año con avanzado estado de deterioro pero no abocado a una falla inminente, según el equipo multidisciplinario de expertos que evaluó su estado actual y recomendó los trabajos de reparación.
En aquel momento, los especialistas de la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas (ENIA), que participaron en el diagnóstico, confirmaron que la pérdida de algunos componentes y el elevado nivel de corrosión podrían estar provocando que ya la armazón no se comportara «como un elemento rígido y monolítico», de ahí la oscilación que ha venido presentando el puente y la necesidad de corregirla.
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