Punto final a la zafra azucarera en Sancti Spíritus

Solo el hecho de inscribir a los centrales Uruguay y Melanio Hernández en la selecta lista de los cumplidores de la zafra en Cuba daba distinción a Sancti Spíritus; pero el resultado de la provincia tuvo más trascendencia al cortar la cadena de tres campañas seguidas si alcanzar el plan técnico económico y con el  mayor sobrecumplimiento de los últimos tiempos.

Manuel Pérez Siberia, director de operaciones de zafra en la Empresa Azucarera Sancti Spíritus, declaró a Escambray que el territorio sumó alrededor de 8 900 toneladas de azúcar por encima de lo planificado, cifra que impacta a favor de la economía y en la cual tuvo su protagonismo el central Uruguay.

Si bien la provincia fue la primera a nivel de país en elaborar el crudo planificado y tuvo en la alta eficiencia fabril su comportamiento más notable, objetivamente la producción quedó por debajo de las 90 000 toneladas de azúcar lo que evidencia el bajo nivel de caña.

Esa falta de materia prima está dada por el irregular comportamiento lluvioso de los últimos años, pues al decir de los sabios cañeros los aguaceros entre junio y agosto son los que desarrollan el cañaveral; aunque vale apuntar que el clima no es el único culpable, pues en todos los lugares no se trabaja igual la agrotecnia ni se respeta como una ley la composición de cepas.

Además de la eficiencia que tuvo en el rendimiento industrial su expresión de vanguardia a nivel nacional, la zafra en Sancti Spíritus enseñó entrega laboral en todos los colectivos involucrados en la campaña, incluidos los ferroviarios que trasladaron buena parte de la caña hasta los centrales.

También la cosecha dejó aciertos en el trabajo de los centros de recepción de la gramínea y en la introducción del pago de la materia prima por calidad, asimismo resultó positiva la operación energética en ambos centrales no solo para garantizar el autoabastecimiento sino a la hora de aportar electricidad al Sistema Electroenergético Nacional.

Tras el cierre de las operaciones en la provincia se abren espacio  a los trabajos de reparaciones en los centrales y las labores en la agricultura, esta última con la mirada puesta en la siembra de caña, actividad que de enero a abril cubrió unas 900 hectáreas, en tanto la llegada del período lluvioso presagia elevar su ritmo.

Aselio Sánchez Cadalso, director de la Empresa Azucarera, evaluó que “fue una zafra dura desde todos los puntos de vista, con limitaciones fuertes de recursos, con problemas en medio de esta pandemia, pero los trabajadores y los dirigentes en cada puesto supieron accionar con integralidad y sobreponerse, eso nos permitió cumplir y aportar azúcar extra al país”.