En la EIDE Lino Salabarría, de Sancti Spíritus, se forjaron atletas de la talla de los campeones olímpicos de béisbol Frederich Cepeda y Eriel Sánchez, los campeones mundiales Yumari González, de ciclismo y Serguey Torres, de canotaje, y la multimedallista internacional Eglys de la Cruz, de tiro, entre otros.
Esos íconos tienen hoy continuidad en los más de 800 alumnos- atletas del principal centro de alto rendimiento de la provincia espirituana, quienes junto a entrenadores, profesores y trabajadores en general del centro y los 272 estudiantes de la Escuela de Profesores de Educación Física (EPEF) reafirmaron que ningún intento desestabilizador desde dentro o fuera del país podrá parar el desarrollo de lo que es hoy una de las conquistas de la Revolución cubana: la práctica masiva del deporte.
Como defensa a ese precepto, estudiantes de todas las enseñanzas, desde la primaria hasta el preuniversitario, se expresaron en un colorido acto donde la palabra vibró en un escenario marcado por la uniformidad y la voz líder de los jóvenes y futuros campeones.
“Nadie podrá arrebatarnos lo que hemos conquistado”, dijo Daniela Reytor, estudiante de preuniversitario y miembro de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, quien también multiplicó el sentir de quienes combinan el derecho al estudio y al deporte desde un mismo espacio. Y como también fue este el momento de los futuros profesores de Educación Física, Xiomara Casas, en representación de la EPEF, repudió los intentos injerencistas de Estados Unidos que intentan matar a millones de personas por migajas de dinero.
Tras cada palabra, habló más alto lo que se erige más allá de la estructura del mayor centro interno de la educación y el deporte en la provincia. En tiempo apretado, la EIDE Lino Salabarría terminó con éxito el curso escolar 2019-2020 e inició esta semana el 2020-2021 con altos niveles de promoción y retención y una matrícula que sustenta el propósito de repetir el próximo año, el sexto lugar nacional que hoy ostenta el deporte espirituano.
Pero entre un período lectivo y otro, esta institución aportó una medalla mayor: la de luchar por la vida cuando se convirtió en centro de aislamiento para contener la COVID-19, un empeño en el que buena parte de sus trabajadores trocaron sus rutinas para aliviar el dolor de decenas de personas.
Por eso la condición de Oro Olímpico, entregada por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte, brilló con luz propia y se multiplicó en hombres como Grey Broas Flores, quien como, otros tantos, se expuso en zona roja para merecer el sello Valientes por la Vida, entregado por única vez a quienes, desde el altruismo, también salvaron.
Por eso el reconocimiento a la EIDE y la EPEF, entregado de manos de Osbel Lorenzo, miembro del Buró Provincial del Partido, por constituir centros de vanguardia en las tareas asumidas por el territorio en los últimos meses. “Nuestra posición es siempre dar un paso al frente, con altruismo y alto sentido de pertenencia. Ningún lacayo, ningún imperialista puede venir a confundirnos a nosotros, nuestro sistema deportivo se mantiene en pie de lucha”, afirmó Roiman Figueredo, director de la EIDE.
Desde el sentimiento y la sencillez, se evocó al atleta mayor Fidel Castro y el movimiento deportivo patentizó, a través de Laidali Santana, directora del INDER en la provincia, su posición de principios: “Los trabajadores del deporte les recordamos a los enemigos de la Revolución, que como nos enseñó el Che, no le daremos ni un tantico así”.
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