Los embajadores y jefes de Misión de la Unión Europea en Cuba saludaron este jueves las políticas del país caribeño contra el cambio climático, necesarias para la recuperación post COVID-19.
En un artículo divulgado en La Habana, los altos representantes reconocieron el impulso a las energías renovables en la isla y el compromiso asumido en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (1994), el Protocolo de Kyoto (2002), la Enmienda de Doha (2017) y el Acuerdo de París (2017).
‘Asimismo, está muy claro el compromiso de Cuba con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, en los cuales el cambio climático aparece como uno de los principales desafíos para el desarrollo’, añadieron.
El documento reconoció la necesidad de impulsar políticas públicas medioambientales en medio del combate al nuevo coronavirus y frente a los peligros que enfrenta la civilización asociados con el cambio climático, el calentamiento global y otros desafíos planetarios en los años venideros.
‘Si entre todos no enfrentamos el cambio climático y sigue la degradación ambiental tendremos consecuencias catastróficas, haciendo que gran parte de nuestro planeta sea inhabitable en las próximas décadas’, advirtió la nota.
El calentamiento global es mucho más difícil de abordar que la pandemia de la COVID-19. No habrá vacuna contra el cambio climático y sus efectos devastadores, señaló.
En ese sentido, el texto convocó a la recuperación económica como oportunidad única de esta generación para ‘reconstruir mejor’ e invertir en una economía ‘verde’ del siglo XXI y salir progresivamente de la economía del carbón.
La solidaridad global, el comercio abierto y justo, el orden internacional basado en reglas y el multilateralismo son cruciales para evitar una recuperación que haga uso intensivo de combustibles fósiles y de recursos, lo que pondría a las personas y al planeta en peligro irreversible, precisó el texto.
Al respecto, ratificó la prioridad otorgada por Cuba al enfrentamiento del cambio climático y su relación con el desarrollo, concretada en la Estrategia Ambiental Nacional, en implementación desde 1997, y más recientemente, en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030.
‘La Unión Europea y sus Estados Miembros estamos listos para comprometernos con Cuba y con el resto de los socios de todo el mundo para apoyarles a realizar inversiones en actividades económicas ambientalmente sostenibles’, agregó.
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